Banda de precios impide mayores ingresos por alta cotización de soya
El precio de 295 dólares que fijó el Gobierno nacional a la tonelada de harina de soya impide a los productores de este grano beneficiarse con mayores ingresos por la elevada cotización internacional, por lo que piden reconsiderar la política de bandas de precios y cupos de abastecimiento.
El presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Fidel Flores, informó que la banda precios distorsiona el proceso de comercialización del grano de soya que llevan a cabo los productores y la industria oleaginosa.
Indicó que actualmente el precio internacional de la soya está en 520 dólares por tonelada. A ese monto, las agroindustrias restan entre 80 y 90 dólares por costo de logística de exportación, pero, con fijación del precio oficial de la harina de soya, surge otra disminución de hasta 40 dólares.
“Con la subida de los precios internacionales, es la oportunidad para nosotros los productores poder recuperarnos y cubrir las cuentas que tenemos pendientes con nuestros acreedores, pero si persiste esta banda de precios, realmente nos va a perjudicar”, precisó.
Asimismo, Eliazar Arellano, representante de los productores del Norte Integrado de Santa Cruz, explicó que, con el actual precio internacional de 520 dólares por tonelada de soya, los productores deberían recibir 450 dólares de parte de las industrias, pero perciben 410.
El dirigente recalcó que la banda de precios “hace bajar el precio del grano de soya y nos afecta a los pequeños productores”.
Gobierno: medida evita el alza de precios
El 10 de diciembre, el Gobierno nacional promulgó el decreto 4417, con el que abrogó el 4139, que permitía la libre exportación de alimentos agropecuarios.
Según el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, el modelo que liberaba las exportaciones, impuesto por el Gobierno de Jeanine Áñez, no funcionó, puesto que provocó la elevación de precios de productos como la harina de soya, lo que afectó al sector avicultor, lechero y porcinocultor.
Sin embargo, la política gubernamental permite la exportación de hasta el 80 por ciento de la producción de soya y sus derivados.