Standard & Poor’s ratifica calificación negativa y prevé crecimiento del PIB en sólo 3,6%
La calificadora de riesgo Standard & Poor’s ratificó ayer la calificación crediticia de Bolivia en B+ con una perspectiva negativa. Advirtió un crecimiento el Producto Interno Bruto (PIB) de solamente un 3,6 por ciento en 2022, un déficit fiscal superior al 6 por ciento y un endeudamiento externo por encima del 60 por ciento en relación al PIB en 2023.
Un analista afirma que dichos datos son una fotografía de la actualidad de la economía boliviana y señaló que, en caso no haber mejora, el país entrará en un sendero de crisis económica.
Standard & Poor’s, en un reciente informe, ratificó la calificación de B+ para Bolivia, pero con perspectiva negativa, “lo que indica el riesgo de una rebaja en los próximos seis a doce meses debido al posible deterioro de adicional del perfil de deuda del Gobierno o al debilitamiento de su perfil externo”.
Asimismo, la calificadora internacional menciona que el aumento del endeudamiento o un movimiento adverso en los mercados de tipo de cambio podría aumentar los pagos de intereses, empeorando la rigidez fiscal.
“También podríamos bajar la calificación si hay una erosión del perfil externo del país debido a choques inesperados en los precios de las materias primas que resulten en desequilibrios persistentes o si hay otros eventos que disminuyen el acceso al financiamiento”, explicó.
Por otro lado, el informe de Standard & Poor’s refiere que las calificaciones de Bolivia reportan debilidades estructurales como el bajo PIB per cápita (de 3.550 millones de dólares en 2022) y las crecientes vulnerabilidades provocadas por el déficit fiscal que motivan al aumento de la deuda pública.
“Es probable que la deuda pública neta de Bolivia como porcentaje del PIB supere el 60 por ciento para 2023”, proyectó la calificadora.
Al respecto, el economista Germán Molina afirmó que dichos datos reflejan la realidad actual del país y advirtió que, en caso de continuar tal situación, Bolivia ingresará en un sendero de crisis económica.
No obstante, mencionó que la explotación del litio representa una oportunidad de mejora económica. Molina destacó las medidas gubernamentales para acelerar el proyecto, mismo que permitirá incrementar la Inversión Extranjera Directa (IED) y reactivar la economía.
A diferencia de lo alertado por la calificadora, Molina considera que el nivel del endeudamiento todavía no es un factor preocupante, puesto que el crédito interno se honra a largo plazo, con bajas tasas de interés y en moneda boliviana. En tanto, el crédito externo aún no supera el umbral del 40 y 50 por ciento del PIB.
Proyectan aumento del PIB en 3,6%
Standard & Poor’s proyecta un crecimiento del 3,6 por ciento del PIB en 2022 y del 3 por ciento en 2023-2025, puesto que el déficit fiscal limita la capacidad del Gobierno para impulsar el crecimiento económico.
“Instituciones políticas débiles con controles y equilibrios reducen la previsibilidad y eficacia de la formulación de políticas”, advirtió.
Por su parte, el economista Germán Molina coincidió con dicha proyección. Argumentó que el alza de los costos de logística en el comercio exterior afectan a la competitividad de los productos que exporta Bolivia; además, dijo que la inversión pública programada para este año no se cumplirá por falta de financiamiento.