Baja la tasa de desempleo al 4,2%, pero aumenta la precariedad laboral
El Gobierno boliviano destacó la reducción del desempleo del 11,6 al 4,2 por ciento entre julio de 2020 a mayo de 2022; sin embargo, no difunde información sobre el empleo precario o subempleo, observó el investigador laboral Bruno Rojas.
"El Gobierno y el Instituto Nacional de Estadística (INE) no difunden datos del subempleo. En todos los países se mide esto, pero aquí los datos que nos permitían calcular la tasa de subempleo se han eliminado", señaló Rojas.
El lunes pasado, el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, informó que la tasa de desocupación se redujo al 4,2 por ciento a mayo de este año, puesto que la población ocupada se incrementó en 1,2 millones de personas entre julio de 2020 a mayo de 2022.
Esto, según Cusicanqui, ocurrió gracias a las medidas aplicadas por el Gobierno de Luis Arce.
No obstante, Rojas señaló que el desempleo, que ya venía bajando después de la crisis desatada por la pandemia del coronavirus, bajó aún más a costa del aumento del empleo informal y precario.
"En 2001 encontramos que el subempleo estaba en 21 por ciento y en 2019 llegó al 60 por ciento", destacó el investigador y explicó que las características del subempleo es que es temporal, no cubre una canasta básica para una familia de cinco integrantes y no tiene seguridad social.
Este dato ya no se puede conocer porque el INE habría eliminado algunos indicadores, añadió Rojas.
En la base de datos del INE no se pudo encontrar datos sobre la cantidad de personas dedicadas a trabajos informales. Los Tiempos consultó a la institución sobre la aseveración de Rojas, pero no hubo respuesta.
La tasa de población ocupada representa a las personas que trabajaron al menos por una hora a la semana, dijo el investigador laboral, lo cual es un dato engañoso que no representa a la población que tiene un empleo formal.
Datos del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), a abril de este año, señalan que tres de cada 10 trabajadores son asalariados, el resto son independientes o no reciben remuneración al trabajar en emprendimientos familiares. Además, seis de cada 10 tienen un ingreso igual o menor al salario mínimo nacional.
Los datos del INE al primer trimestre de 2022 señalan que un 53 por ciento de las personas ocupadas trabajan en servicios, venta, construcción, manufactura y otros.
Rojas resaltó que la actividad económica en los últimos años ha crecido en la informalidad. "Aún hay crisis económica y crisis laboral que se expresa en más informalidad", agregó.
En 2001, la tasa de subempleo era de 21%, pero en 2019 llegó al 60%, según el investigador Bruno Rojas.
fuera de la ley
Falta de empleo incide en ilícitos
La falta de empleo formal en el país obliga a que las personas no sólo opten por el empleo informal, sino por el que está al margen de la ley, como el contrabando, el cual se ha convertido en una de las principales preocupaciones para las autoridades bolivianas y para el sector productivo privado.
Otro sector que absorbe a gran cantidad de desempleados es la minería cooperativa, la misma, en muchos casos, opera al margen de la ley al realizar actividades en áreas protegidas, como en el caso del Madidi.
En 2006 había 54.200 trabajadores en las cooperativas mineras; en 2020, el número era de 120.263, según una publicación del Cedla.