Bolivia y Argentina firmarán otra adenda en la que se prevén menores envíos de gas
Luego de que Argentina inaugurara el gasoducto Néstor Kichner, obra que acorta las distancias hacia la soberanía energética de ese país, el embajador de Ariel Basteiro anunció la negociación de una nueva adenda que establecerá las condiciones para el envío de gas natural en 2024.
El Embajador alertó que habrá una reducción de volúmenes de gas enviados desde Bolivia dado el crecimiento de la producción en Argentina.
En declaraciones ante los medios de comunicación de La Paz, Basteiro dijo que después del año 2024 habrá una reducción de volúmenes, antes, no. “Eso se va a negociar la semana que viene en Argentina”, dijo el diplomático.
El domingo, las autoridades argentinas inauguraron el primer tramo del gasoducto Néstor Kichner; el segundo tramo, que llegará a las poblaciones del norte con el gas de Vaca Muerta, estaría concluido a fines de 2024. Entonces Argentina prescindirá del gas boliviano.
En opinión del analista en hidrocarburos José Padilla, es un hecho Bolivia dejará de exportar gas a Argentina a partir de 2024. Si bien el gas se podrá acomodar en Brasil, Padilla alertó que Argentina también estará interesada en exportar gas a Brasil, de modo que pasa de ser un cliente a un competidor.
Por su lado, el analista y exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos dijo que la tendencia de Argentina es ir disminuyendo sus importaciones de gas boliviano, de modo que la nueva adenda fijará las nuevas condiciones en función a la capacidad de Bolivia y el requerimiento argentino.
Sin embargo, Ríos mencionó que la caída de la producción de gas natural y el fin de las exportaciones a Argentina no es algo nuevo. En octubre de 2013, Ríos elaboró un diagnóstico de la industria petrolera en Bolivia y anunció una creciente disminución de las reservas de gas y un marcado déficit para cumplir con los compromisos de exportación con Brasil y Argentina a partir de 2017.
Sobre el tema, el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga afirmó que Argentina, además de dejar de comprar gas a Bolivia, busca quitarle el mercado brasileño y la ve como “mero país de tránsito a cambio de una propina”.
“Bolivia era potencia gasífera con poca cocaína, por el MAS terminamos al revés”, publicó Quiroga en redes sociales.