Intendencia de El Alto decomisa 6.200 cigarrillos de contrabando
El pasado 23 de abril, la Intendencia Municipal de El Alto realizó un operativo de control en el Distrito 1, en los diferentes mercados, ferias y tiendas de la urbe alteña, donde decomisó 310 cajetillas de cigarrillos, lo que equivale a 6.200 pitillos de cigarro.
Al verificar que la mercancía no contaba con timbres de importación, registro sanitario ni fecha de vencimiento, la instancia municipal, a través de su área de Inocuidad Alimentaria, procedió al comiso correspondiente.
"Precautelando la salud de la población de la ciudad de El Alto, se encontró y se evidenció que (los cigarrillos) no cuentan con los parámetros que deben estar impresos de forma obligatoria en las etiquetas de los productos envasados (…). Por consiguiente, se procedió al decomiso de productos (tabacos) sin fecha de vencimiento y sin timbre de importación, siendo que son productos de dudosa procedencia y son un atentado a la salud pública", se lee en el reporte del operativo.
La Intendencia de la ciudad de El Alto recordó que los productos provenientes del contrabando, que no cuenten con registro sanitario o cuya fecha de vencimiento haya fenecido, serán automáticamente destruidos sin reposición ni devolución.
Respecto al origen de los cigarrillos, los comisados de la marca Hills son fabricados por la Tabacalera Hernandarias S.A., mientras que los 10/20 fabricados por la Compañía de Tabacos Montecarlo S.A. y ambos fueron introducidos ilegalmente desde la República de Paraguay.
De acuerdo a fuentes especializadas, el mercado boliviano está inundado con al menos 50 marcas de cigarrillos que ingresan por vía del contrabando. Las ciudades donde se concentra la mayor cantidad de estos productos son Santa Cruz, La Paz y El Alto.
Los artículos provienen en su mayoría de Paraguay e ingresan al país al menos por cinco puntos: Hito Villazón, Boyuibe, Ibibobo, Yacuiba, Bermejo y Pisiga.
Empresarios e industriales han condenado el contrabando, al cual acusan de ser un cáncer para el aparato productivo nacional. Según informes de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), el Estado pierde 65 millones de bolivianos anualmente por el contrabando de cigarrillos.
Este ilícito no solo pone en riesgo la salud de los fumadores, sino también atenta contra las fuentes de empleo y los productores de tabaco. La CNI estima que el contrabando de tabaco vulnera el derecho al trabajo de más de 800 familias que se dedican a la producción de tabaco y afecta a más de 500 fuentes laborales directas y más de 20.000 indirectas.