Vanguardia tecnológica y pionero en Internet
Además de su compromiso por el respeto a la pluralidad de ideas y la libertad de expresión en su largo recorrido de 73 años de historia, el diario Los Tiempos también mantuvo firmes dos principios en el campo tecnológico: el de estar siempre a la vanguardia en el país e incluso en América Latina y el de mantener su independencia en ese campo formando y capacitando recursos humanos en Bolivia.
Entre otros, dos pasos dados por Los Tiempos resaltan en su historia y corroboran su recorrido de la mano con la vanguardia tecnológica: el primero es el quiebre en la manera tradicional de procesar los textos periodísticos con la instalación del sistema ATEX y, el segundo, la incursión de su página web en la nube de Internet cuando para otros diarios ese paso era inimaginable todavía.
Dos personas fueron los impulsores de estos cambios, casualmente dos ingenieros pero de vertientes científicas diferentes: Gonzalo Canelas Tardío y Roberto Marcus. El primero, además de agrónomo y copropietario y accionista de Los Tiempos, ocupó altos puestos gerenciales en esta tienda periodística.
El segundo, Marcus, es ingeniero eléctrico y responsable por más de 15 años de la parte técnica de este matutino y calificado por el propio Canelas como “un genio”.
Ambos reconstruyen con sus recuerdos estos hitos tecnológicos dados por Los Tiempos.
Corría la segunda mitad de la década de los 80 cuando en las salas de redacción de este diario sus páginas se elaboraban en una especie de cintas amarillas perforadas que luego pasaban a una máquina lectora y de ahí se imprimía por columnas en un papel.
Detalla Canelas que las columnas de texto se pegaban a un papel grande y luego se tomaban fotografías
“Lo peor del caso era la corrección, una vez que estaban perforadas las columnas e impresas en el hoja madre. Se tenía que cortar con una navaja las letras que tenían errores. Y dependiendo de la cantidad de errores, a veces había que corregir párrafos enteros y el trabajo era moroso”, según Canelas.
Por esos años ingresó con fuerza la computación, especialmente en el exterior del país (entre el 1985 y 1986). Recuerda Canelas que, en esa época, una máquina de esas consistía en una pantalla grande, como un televisor antiguo y tenía un teclado y el disco duro (CPU). “Era un sistema obsoleto para aplicar en la sala de redacción”, asegura Canelas.
Y es cuando aparece el sistema ATEX, con un software especialmente diseñado para periódicos.
Según el Ing. Marcus, este nuevo sistema se instala en Los Tiempos entre 1986 y 1987, entre enero y diciembre de esos años.
“El sistema tenía dos computadores (discos duros) cada uno controlaba ocho terminales (16 en total) y conectados cada una a su disco duro de 80 megas. Cada una estaba conectada a un aparato de fotocomposición, de donde salía el texto y la imagen”, explicó Marcus.
Explica Marcus que ya no eran palabras sino textos completos en columnas los que se armaban en estas máquinas. Se juntaban las impresiones de las columnas y se armaban en el formato del periódico, se tomaban fotos y, con las placas de las mismas, se obtenía el negativo para imprimir ya las páginas del periódico.
¿Y de dónde salió la novedosa tecnología? El origen de la compra de ATX tiene que ver con un viaje que hicieron a EEUU Gonzalo Canelas y Roberto Marcus. “Marcus era nuestro asesor porque en temas tecnológicos siempre fue una eminencia”, anota Canelas.
“Es de allí (EEUU) que decidimos comprar los equipos de ATEX. Era todo un gran aparato que había que armar y además había que mantener a una temperatura adecuada. Fue un gran salto tecnológico para el periodismo en Bolivia porque nadie más en el país trajo ese tipo de tecnología”, recordó Canelas. Costó 300.000 dólares, para la época fue una cuantiosa inversión.
Recordó que pasaron cursos para aprender a manejar todo el equipo en la ciudad mexicana de Hermosillo, en Sonora. “Fuimos con el Ing. Roberto Marcus por unos dos meses al curso técnico de entrenamiento porque varios periódicos de México compraron esos equipos. Marcus aprendió a manejar los equipos y, de alguna manera, yo también”, dice Canelas.
Canelas recordó que hubo cierta resistencia en el personal del periódico. Hasta antes de instalar los equipos, los periodistas escribían en máquinas de escribir y sus textos pasaban al taller donde se hacía este trabajo de taipeo e impresión en una cinta. “Para solucionar, recuerdo que contrate a un asesor, Augusto Iglesias, para que brindará charlas al personal y les motive a adaptarse a la nueva tecnología”.
Detalló que Iglesias era un español, docente universitario que tenía una empresa que trabajaba en este tipo de actividades. La idea era prepararlos psicológicamente para el cambio.
“Recuerdo que don Alfredo Medrano decía que ‘nosotros estamos acostumbrados al sonido tac, tac, tac, de la máquina de escribir. Y de repente ahora no existe ruido alguno’ y, efectivamente, reinaba el absoluto silencio en la sala”.
Marcus resalta que, en genera, el personal se adaptó sin problema alguno a cada cambio tecnológicos de Los Tiempos. Tanto así que en cada transición no había necesidad de suspender las ediciones, las mismas que nunca se suspendieron por motivo de instalación de nuevos equipos.