Documentos y personajes para la historia urbana de Cochabamba 1800-1825
Carlos René Lavayén Mendoza (*)
El periodo de nuestra historia entre 1800-1825, por constituir la fase temporal previa a la declaración de la Independencia, estuvo fecundado por un sinnúmero de movimientos y acciones de insurgencia vinculadas a la formación de una nueva estructura social y política, que finalmente emergió en agosto de 1825 con la creación de la República.
En este convulsionado clima de preponderante contenido político, el paisaje urbano de la ciudad de Cochabamba, durante estos años, se mantuvo en una fase estacionaria, bajo circunstancias estructurales más bien adversas. No se debe olvidar, que además del clima político de rebelión que se gestaba en todo el continente americano a fines del siglo XVIII, la corona española, ante los desajustes en su economía por las guerras que sostenía en Europa, no dudó acudir a sus colonias del nuevo mundo, emitió una Real Orden, conocida en Buenos Aires el 25 de septiembre de 1798, mediante la cual solicitaba que los dineros de la Real Hacienda y otros a “préstamo de particulares”, sean enviados para “mantener el honor y respeto de la monarquía”. Unos años después, desde 1808 a 1813, con la invasión napoleónica, se profundizaron los desajustes de la economía y política peninsular con efectos negativos en el desarrollo de casi todas las ciudades y poblaciones coloniales en América.
Pese a este contexto, con la intención de delinear algunos apuntes sobre temas relevantes de la historia espacial urbana de Cochabamba de estos años, se destaca la elaboración del primer plano urbano de nuestra ciudad, realizado por Francisco Mendizábal y Pérez de Isaba en 1812, presentado como documento ilustrativo del informe militar de la contienda de 27 de mayo de 1812 entre las mujeres cochabambinas y las tropas españolas de Goyeneche en la Coronilla.
¿Quién fue este personaje, autor del primer plano de nuestra ciudad? Francisco Javier Mendizábal y Pérez de Isaba nació en San Sebastián, España, en 1765. Realizó sus estudios en la Real Academia de Barcelona, donde se graduó el año 1887 como Ayudante de Ingenieros.
Trabajó durante cinco años en el Real Cuerpo de Ingenieros de Guipúzcoa, España, y en 1793, fue destinado al Virreinato de Perú, con sede en Lima, donde se desempeñó realizando numerosas fortificaciones militares hasta noviembre de 1812. Posteriormente, trasladado al Alto Perú, se incorporó en las tareas de apoyo a la contienda militar contra los patriotas insurgentes, asumiendo, entre otras, la responsabilidad de dibujar los planos de las acciones bélicas que él denominó como “Guerras del Sur”. El trabajo de Mendizábal consistió, además de los levantamientos cartográficos, en la documentación de los hechos con los relatos de los testigos presenciales. Su gran conocimiento del territorio le permitió intervenir en la recomendación de estrategias que los jefes militares debían asumir para adjudicarse el éxito en la batalla.
Consolidado el movimiento independentista a favor de los patriotas, Mendizábal y Pérez de Isaba regresó a España donde fue ascendido a mariscal de campo y condecorado con la gran cruz de San Hermenegildo, continuando sus labores como capitán general del Reino de Galicia hasta su fallecimiento el 1 de enero de 1838.
La ilustración de este plano contiene, además del movimiento militar de la batalla de 27 mayo de 1812, interesantes e inéditos datos sobre la configuración física de la ciudad, discriminando con colores, los sectores edificados, áreas agrícolas circundantes, zonas húmedas, como la laguna Alalay y otras de carácter geográfico, constituyendo un documento invalorable para los estudiosos de la historia de nuestra ciudad.
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Referencias obligatorias
Otra referencia histórica trascendental, para el conocimiento y análisis de este periodo, es el informe de “Descripción geográfica y estadística de la provincia de Santa Cruz de la Sierra”, realizado en 1788 por el Gobernador e Intendente, Francisco de Viedma, al entonces Virrey de Buenos Aires, Nicolás de Arredondo.
En el contenido de este documento, que se constituye en la referencia obligada de los estudiosos de esta fase, se encuentra la más completa y auténtica información sobre el contexto de la ciudad, los partidos y curatos del valle cochabambino, de los valles meso térmicos, el área cruceña, las reducciones jesuíticas y otras noticias sobre la región tropical ocupada por los yuracarés.
Su extenso contenido no nos permite exponer mayores aproximaciones, simplemente recomendar tanto la consulta de este documento como del “Testamento de Francisco de Viedma”, realizado en 1809, este último ilustra sobre los bienes de Viedma, entre ellos el solar hoy convertido en el emblemático espacio urbano destinado a la salud del pueblo y en su honor y justicieramente denominado “Hospital Viedma”.
La figura de Francisco de Viedma fue reconocida en los tiempos de insurgencia como una imagen paternal por todos los grupos sociales, aún con ideas políticas en disputa, hasta el punto que se supone que “no se habrían producido los movimientos libertarios en nuestra ciudad si hubiera sobrevivido hasta esos años”. En este apretado recorrido de antes y después del espacio temporal de 1800 1825, aparece la destacada figura de Tadeo Haenke, sabio naturalista de Bohemia, que radicó en nuestra ciudad y desde donde realizaba sus incursiones hacia los andes y el trópico, lugares donde descubrió nuevas especies botánicas, algunas de ellas, registradas en su obra “Historia natural de la provincia de Cochabamba y circunvecinas”. Se conoce por tradición verbal que tuvo su jardín botánico en la actual plaza Busch y su vivienda en la desaparecida casa que estaba anexa a este sitio donde hasta hace algún tiempo, todavía pervivían añosos árboles de alcornoque. También se encuentran algunos documentos que señalan como su vivienda el inmueble (hoy casi en ruinas) en la equina de las calles Ladislao Cabrera y Junín.
La lectura de la historia de nuestra ciudad, en la década de 1830, continúa en la fecunda obra del naturalista y viajero francés, Alcides D ‘Orbigny (1802-1857), que con esmerada prolijidad narra tanto el paisaje urbano arquitectónico, como la distinguida e ingenua personalidad de sus mujeres. Esta obra junto a la de Viedma, son documentos de obligada lectura para la reconstrucción de la imagen de nuestro pasado.
No sería suficiente ni satisfactorio citar sólo las fuentes editadas como recurso para conocer la historia local del periodo 1800–1825, parece ser necesario reconocer que aún existe materia por ser descubierta y estudiada, la misma que sin duda, se encuentra en los repositorios de consulta de fuentes primarias como son los archivos históricos de la Alcaldía Municipal y de la Gobernación de Cochabamba, además de otros particulares.
Por lo tanto, es todavía ardua la tarea que espera a los estudiosos para indagar y obtener mayores luces para iluminar aún más el camino futuro de nuestra historia.
Bibliografía consultada:
Gutiérrez, Ramón (1997). Guerra de la América del Sur 1809-1824.
Inch Marcela-Irurozqui Marta (2007). Justicia y tortura en los Andes-Recurso de Judas Tadeo Andrade ante la Audiencia de Charcas 1791.
Viedma, Francisco (1969). Descripción geográfica y estadística de la provincia de Santa Cruz de la Sierra.
D’Orbigny, Alcides (1958). Viajes por Bolivia-Tomo I.
El primer plano urbano de nuestra ciudad, realizado por Francisco Mendizábal y Pérez de Isaba en 1812, fue presentado como documento ilustrativo del informe militar de la contienda de 27 de mayo de 1812...
(*) Arquitecto historiador, con estudios de posgrado en restauración y conservación de Centros Históricos.
Se desempeñó casi 40 años en la docencia en la Facultad de Arquitectura de la UMSS, actualmente, se dedica a la investigación y estudios de la Historia Urbana de la ciudad de Cochabamba.
Autor de numerosos ensayos y libros.
