Ríos Montt rechaza cargos por genocidio
GUATEMALA |
El general Efraín Ríos Montt rechazó hoy los cargos por genocidio ynegó que se atentara específicamente contra una etnia, al rendir su primera declaración en el juicio que se le sigue por genocidio y delitos contra deberes de humanidad,por la muerte de indígenas ixiles en el marco del conflicto armado en Guatemala.
"Me declaro inocente, nunca he tenido la intención ni el propósito de destruir a ninguna etnia nacional"dijo el exdictador al finalizar su declaración ante el Tribunal de Sentencia de Mayor Riesgo, que lo juzga junto a su entonces jefe de inteligencia, el también general José Rodríguez Sánchez.
"Nunca ordené que se atentara contra una raza, nunca lo hice y de todo lo que han dicho no ha habido una clara participación", dijo el exgobernante (1982-1983) en la audiencia de hoy.
La declaración llega luego de que su defensor hiciera dos peticiones al tribunal que lleva el proceso, el cual ha sido interrumpido en dos ocasiones y enfrentado diversidad de obstáculos desde que comenzó en abril.
"De ninguna manera puedo aceptar los delitos, de ninguna manera", dijo el general retirado .
El juicio comenzó la fase de conclusiones y está a punto de obtener una sentencia condenatoria o absolutoria.
"Yo no quería que se me dijera genocida porque nunca lo he sido, nunca lo he ordenado", expresó.
El Ministerio Público pidió la víspera que ambos acusados recibanuna condena de 75 años de prisión, 30 años por genocidio y 30 años por delitos contra deberes de humanidad, y 15 años más como aumento de la pena en una cuarta parte. También solicitó que se le retire la medida sustitutiva de arresto domiciliario que tiene por prisión.
El abogado defensor del exgobernante, Francisco García Gudiel, afirmó que: "Mi defendido jamás ordenó, jamás planificó jamás ejecutó, jamás supervisó nada de lo que se le acusa" dijo.
Ríos Montt y Rodríguez Sánchez son acusadosde que, en el marco del gobierno de facto, cientos de indígenas ixiles fueron asesinados a manos del Ejército de Guatemalacuando estos estaban al mando de los militares.
Ríos ha dicho que "La más grande maldición que ha tenido Guatemala es la confrontación entre hermanos, entre familia, entre pueblos y eso se lo debemos a la Unidad Revolucionaria", la insurgencia que fue combatida durante el conflicto armado (1960 y 1996).
Un informe de Naciones Unidas determinó que por lo menos 200.000 personas murieron durante la guerra civil.