Presidente de Nicaragua a un paso de lograr la reelección indefinida
Managua |
La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó ayer, en el primero de dos debates, las reformas constitucionales que legalizarán la reelección presidencial indefinida, lo que permitirá al gobernante Daniel Ortega presentarse al cargo en el 2016.
El proyecto de reformas promovido por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) fue aprobado en primera lectura con 64 votos a favor, 26 en contra y sin abstención.
Durante la sesión los adversarios del Gobierno expusieron pancartas con fotos del mártir de las libertades públicas Pedro Joaquín Chamorro, símbolo de la lucha por la institucionalidad en Nicaragua.
Aún no se ha definido la fecha de la segunda y última lectura, que debe darse en la próxima legislatura que va del 9 de enero al 15 de diciembre próximos, aunque en los círculos políticos se da por hecho que tendrá lugar apenas comience ese período.
La reforma fue aprobada en primera instancia con los votos de los 63 legisladores sandinistas, más el del representante del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) Wilfredo Navarro.
La reforma propuesta instaura la reelección continua del presidente, elimina la segunda vuelta electoral y otorga mayores facultades al Ejército, que controlaría el espectro radioeléctrico y de telecomunicaciones y sus oficiales generales podrían ocupar cargos públicos sin renunciar a su vida militar.
Ortega consiguió en 2011 ser reelegido de forma consecutiva después que magistrados sandinistas en la Corte Suprema declararon “inaplicable” el artículo constitucional que prohíbe la reelección continua.
“Éste es un irrespeto a la Constitución actual, una reforma que, en vez de mejorar el marco jurídico, lo que hace es instalar una nueva autocracia dictatorial en este país”, dijo el diputado de la opositora Bancada Alianza Partido Liberal Independiente (Bapli) Indalecio Rodríguez durante su intervención ante el parlamento.
Un total de 14 diputados opositores sustentaron su rechazo a las reformas y la mayoría lamentó que la revolución popular sandinista de 1979 estuviera, a su juicio, siendo “traicionada” por el FSLN.