Papa reclama en Navidad por la paz, inmigrantes y los niños
El Vaticano |
El papa Francisco llamó en su primer mensaje de Navidad, denominado Urbi et Orbi (A la ciudad y el mundo) en el Vaticano, a buscar la paz en los lugares donde reina la violencia, un trato digno para los migrantes y consolación para las víctimas de los desastres naturales. El Pontífice reclamó ante aproximadamente 70.000 asistentes, que abarrotaron la plaza de San Pedro, que se permita el acceso de ayuda humanitaria a Siria. “Sigamos rezando al Señor para que el amado pueblo sirio se vea libre de más sufrimientos y las partes en conflicto pongan fin a la violencia y garanticen el acceso a la ayuda humanitaria”.
El Papa asomado al balcón de la basílica de San Pedro comenzó su mensaje diciendo en italiano: “Hermanos y hermanas de todo el mundo: ¡Feliz Navidad!”. En su intervención recordó que “las guerras destrozan tantas vidas y causan tanto sufrimiento” y después de una larga plegaría fue enumerando los lugares de la tierra donde existen conflictos rogando para que llegue la paz. Una paz, explicó el Papa argentino, “que no es un equilibrio de fuerzas opuestas. No es pura fachada, que esconde luchas y divisiones. La paz es un compromiso cotidiano, que se logra contando con el don de Dios, con la gracia que nos ha dado en Jesucristo”.
Además del conflicto en Siria, el Papa expresó su preocupación por otros conflictos armados y recordó la crisis en la República Centroafricana “a menudo olvidada por los hombres, pero de la que el Señor no se olvida”; las tensiones en Sudán del Sur, “para que se afiance la concordia”; la violencia en Nigeria; “la tierra donde el Señor eligió venir al mundo”, el Oriente Próximo, para el que ha pedido que prosperen las negociaciones; y también en Irak, afectado por tantos atentados.
“Señor protege a cuantos sufren a causa de tu nombre”, añadió el Papa, en alusión a los cristianos perseguidos. Igualmente, se ha referido a los refugiados, en especial, en el este de la República Democrática del Congo.
El Pontífice ha recordado a las víctimas más vulnerables de los conflictos armados, los niños, pero también a otras personas vulnerables como los ancianos, las mujeres maltratadas, los migrantes y los enfermos.
Migrantes
El Papa hizo una referencia especial a la tragedia de Lampedusa (Italia), en la que murieron centenares de inmigrantes. “Que no vuelva a suceder nunca”, exhortó, al recordar a todos los inmigrantes que buscan una vida mejor. Y, además, ha pedido a Jesús que “toque el corazón” de cuantos están involucrados en la trata de seres humanos y que “dirija su mirada” a los niños afectados por los conflictos armados, y concretamente, a los niños soldados.
Al finalizar el mensaje, el papa Francisco ha impartido la bendición Urbi et Orbi. Posteriormente, ha felicitado de nuevo por Navidad a todos los presentes. En esta ocasión lo ha hecho exclusivamente en italiano, al contrario que sus predecesores que solían hacerlo en múltiples idiomas. El Pontífice ha deseado alegría y paz para todos los niños, ancianos, jóvenes, pobres y marginados así como que Jesús consuele a los enfermos en su sufrimiento y sostenga a quienes sirven a los más necesitados.
Y en esta plegaria de Navidad, recordó como “la codicia y el egoísmo de los hombres explota indiscriminadamente” el planeta y pidió “protección” para aquellos que han sufrido desastres naturales, como el pueblo filipino azotado por el tifón.
El Pontífice terminó su mensaje pidiendo que en esta Navidad “dejemos que nuestro corazón se conmueva”.
“No tengamos miedo de que nuestro corazón se conmueva. Lo necesitamos. Dejemos que se caliente con la ternura de Dios.
Las caricias de Dios no hacen heridas y nos dan la paz y la fuerza que necesitamos”, añadió improvisando el Papa. En la bendición de Navidad, el Pontífice se refirió a los miles de creyentes que abarrotaron la plaza de San Pedro al pedirles que asuman el don navideño de la alegría y de la paz: para los niños y los ancianos, para los jóvenes y las familias, para los pobres y marginados. “Que Jesús, que vino a este mundo por nosotros, consuele a los que pasan por la prueba de la enfermedad y el sufrimiento y sostenga a los que se dedican al servicio de los hermanos más necesitados: ¡Feliz Navidad a todos!”, dijo.