Gobierno y FARC pactan reanudar diálogos el 10
Bogotá |
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, saludó ayer el acuerdo alcanzado por delegados de su Gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para retomar los diálogos de paz que adelantan en Cuba, interrumpidos por la captura de un general, ya liberado.
“Celebro que en la mesa de La Habana se hayan puesto de acuerdo para reanudar las conversaciones a partir del 10 de diciembre”, dijo el mandatario en rueda de prensa en Bogotá, poco después del anuncio del Gobierno y las FARC.
Tras la captura del brigadier general Rubén Alzate, el oficial de más alto rango caído en poder de las FARC en 50 años de conflicto, Santos congeló las negociaciones de paz que su Gobierno adelanta con las FARC desde noviembre de 2012 en Cuba sin un alto al fuego en Colombia.
Pero después de la liberación de Alzate el domingo pasado, el Gobierno envió a sus delegados a Cuba para iniciar una “evaluación fría” del proceso de paz con el fin de retomar los diálogos.
Antes de partir a La Habana, el jefe negociador del gobierno, Humberto De la Calle, llamó a las FARC no sólo a reiniciar las conversaciones, sino a buscar su pronta terminación e instó a la guerrilla a pasar “de la discusión a la acción” en relación con la desescalada del conflicto.
Compromiso
“Las delegaciones del Gobierno nacional y las FARC, luego de analizar conjuntamente los hechos de las últimas semanas, consideramos superada la crisis”, señalaron las partes en un comunicado leído en la capital cubana por representantes de Cuba y Noruega, países garantes del proceso, y en presencia de los negociadores del ejecutivo colombiano y la guerrilla.
Dentro de ese ciclo, el 16 de diciembre la mesa de conversaciones recibirá en audiencia al quinto y último grupo de víctimas que intervendrá ante la mesa de diálogo.
Las partes acordaron además “establecer un mecanismo permanente, a través de los países garantes, para facilitar la solución de eventuales crisis que se puedan presentar en el futuro”.
Los diálogos con las FARC, la principal guerrilla de Colombia, con unos 8.000 combatientes, buscan poner fin al conflicto más antiguo del continente, que ha dejado 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados, según cifras oficiales.