Rajoy augura un segundo mandato difícil en España y ofrece diálogo
Madrid |
El conservador Mariano Rajoy reconoció que le espera un Gobierno en minoría complicado que tendrá que negociar cada ley con sus adversarios, al solicitar ayer la confianza del Parlamento para formar un nuevo ejecutivo, lo que lograría el sábado.
“Cualquier ley (…) tendrá que ser fruto del acuerdo, de la negociación y del entendimiento”, señaló Rajoy, de 61 años, al admitir que “cada día tendremos que construir una mayoría para la gobernabilidad”, en su discurso ante la Cámara de los diputados (cortes españolas).
“No sé qué dificultades surgirán en el camino del futuro Gobierno, sin duda no serán pocas, ni pequeñas. Mi partido y yo mismo estamos todos dispuestos a afrontarlas y a soportar los sacrificios que sean necesarios”, afirmó.
Ofreciendo un “Gobierno abierto y de diálogo”, el Jefe de Gobierno saliente pidió ser investido porque “España no admite más demoras”, tras 10 meses de bloqueo político que ya amenazan con hacer resentirlo en la economía.
El tiempo apremia, además, porque el lunes vence el plazo tras el cual, de no haber un nuevo Gobierno, se disolvería el Parlamento y se convocarían elecciones legislativas, las terceras en un año.
Tras meses de un “No” rotundo a Rajoy, los socialistas giraron 180 grados en su posición, en medio de una crisis interna que llevó a su Secretario General a dimitir, empujado por miembros críticos que impusieron el levantamiento del veto a Rajoy.
No obstante, se prevé que Rajoy fracase en una primera votación, la tarde de hoy tras el debate en el Parlamento de 350 diputados, dado que los 137 escaños de su Partido Popular (PP, derecha conservadora) más los 32 de los liberales de Ciudadanos no alcanzan la mayoría absoluta necesaria.
Pero tendrá otra oportunidad 48 horas más tarde, el sábado, cuando le bastará con obtener más votos por el “Sí” que por el “No”.
En ese momento, la abstención del PSOE, segunda fuerza en el Parlamento con 85 escaños, le garantizaría el suceso.
El Gobierno en minoría de Rajoy enfrentará un Parlamento hostil, que tendrá necesidad de tomar decisiones rápidamente.