“Trumpismo”, ¿fenómeno que vino para quedarse?
Washington |
Más allá del resultado de la elección presidencial del martes pasado en Estados Unidos, el movimiento iniciado y conducido por Donald Trump, con un retórica incendiaria contra todo y todos, parece haber llegado para durar en el seno del partido republicano.
Cuando el millonario de 70 años, que nunca ocupó un cargo electivo, anunció el año pasado su candidatura presidencial, la mayoría lo tomó a la risa.
Desde ese día, Trump aplastó a todos sus adversarios, incluyendo pesos pesados de las filas republicanas, puso de rodillas a un partido político centenario y disputó codo a codo la Casa Blanca con la demócrata Hillary Clinton.
Pero si la dirección y los poderosos cardenales del partido republicano marcaron una distancia prudencial de Trump, el electorado partidista lo siguió en peso al reconocer en él a un vocero de su cólera y sus temores.
En octubre pasado, un sondeo para descubrir a quién los electores republicanos identificaban como el más representativo del ideario republicano, 51 por ciento mencionó a Trump, contra 33 por ciento a Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes.
Votantes de Trump
Pero Trump quebró el partido republicano al medio no apenas por la brutalidad de su retórica ni por robarle el electorado, sino también por haberlo hecho utilizando numerosos argumentos contrarios a la ortodoxia conservadora.
Trump mostró ser un enemigo del libre comercio, aislacionista, duro en temas de migración y más tolerante en materia de ayudas sociales. Incluso llegó al punto de proponer una licencia de maternidad paga, una verdadera herejía para el ideario republicano.
“Los líderes del partido republicano detestan a Trump. A ellos les gustaría tener ese electorado. Pero esos electores pertenecen ahora a Trump”, dijo Robert Shapiro, profesor de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
Por su parte, Jeanne Zaino, del Iona College de Nueva York, apuntó que Trump “ha cambiado la forma de hacer campaña. Es posible que veamos más candidatos tratando de hacer lo mismo, de pasar por el costado de los partidos, con ayuda de las redes sociales”.
En la opinión de Zaino, “hay una veta de enorme populismo en el partido republicano y también en el partido demócrata. Será un desafío para los dos partidos recuperar esa base electoral que está realmente frustrada”.
Candidato antiestablishment
Esa frustración del electorado es precisamente el trampolín de Trump, quien basó su campaña presentándose como el candidato antiestablishment y apelando a denuncias de que todo el sistema electoral está plagado de trampas.
En su campaña, Trump ha insultado a las mujeres, los latinos, los musulmanes, a personas con problemas físicos, a los periodistas y a Hillary Clinton.
Su índice de rechazo superaba el 60 por ciento, y en la campaña pasó por espectaculares escándalos por manosear mujeres o hacer comentarios ofensivos contra una ex Miss Mundo. Y, sin embargo, sus seguidores se han mantenido firmes en el apoyo.
El consultor político Roger Stone dijo en una entrevista reciente que el partido republicano ya no será más “el partido ‘country club’ de Jeb Bush, ni del ‘establishment’ de Paul Ryan o Mitch McConnell (líderes de las dos cámaras del Congreso) en Washington”.
Para Stone, el movimiento de Trump será “dominante en el partido, será importante y será influyente”. “Yo creo que se mantendrá como una fuerza política”, dijo Zaino.
Por eso, algunos analistas no descartan que Trump cree su propio movimiento político apoyado en la gigantesca base de datos electorales acumulada durante la campaña.
VOTO LATINO BATIÓ RÉCORD, PERO NO BASTÓ PARA HILLARY
Los latinos eran el arma secreta de los demócratas para ganar la elección y un número récord acudió a las urnas, pero eso no alcanzó para impedir que el outsider populista Donald Trump conquistase la Casa Blanca.
¿Qué pasó? Primero, menos latinos y negros —tradicionalmente demócratas— votaron por Hillary Clinton que en 2012 por su antecesor Barack Obama, el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos. Y aunque el voto latino creció, esto fue mitigado por un alza de votantes blancos no hispanos y menos educados que apoyaron a Trump en todo el país.
El voto latino “fue sin duda récord, pero las cifras definitivas no se conocerán hasta abril o mayo”, dijo a la AFP Mark Hugo López, director de investigación sobre hispanos del Pew Research Center (PRC). Unos 27,3 millones de latinos estaban registrados para votar, pero López calcula que poco más de 13 millones votaron, menos de la mitad.
DESDE BOLIVIA
Los analistas políticos aseguraron que se trata del triunfo de los sectores conservadores, racistas, nacionalistas, pero que al mismo tiempo son los más olvidados por el neoliberalismo.
“Hay una gran desazón, pero más del 50 por ciento de la población está pidiendo que se la incluya porque han sido olvidados por la globalización, de la era digital (...) de esta gente que era de la vieja industria, del otro viejo modelo económico”, dijo Diego Ayo.
También dijo que es un quiebre con una clases política y con el sistema de partidos.
El politólogo Ilya Fortun, manifestó que pese a lo que todos pensaban, fue un candidato que escuchó a la a gente.“Ha dicho lo que la gente quería escuchar, gran parte de esa gente está aterrorizada, tiene muchos miedos: a la crisis económica que no termina resolverse en EEUU, a los problemas raciales, étnicos y a la migración. Ese país ha perdido el liderazgo económico en el mundo y lo único que le queda es el liderazgo militar. Agregó que mucha gente protestó a través de un voto por una clase política secuestrada por los poderes financieros.
TRAS VICTORIA
Medios hacen examen
Washington | AFP
¿Cómo fue posible que los periodistas no anticiparan la victoria del populista Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos? Los medios, calificados por el republicano de deshonestos y corruptos, hacían un examen de su cobertura de la elección presidencial.
¿Contribuyó a su victoria la “publicidad gratuita” que le hicieron al principio de la campaña cada vez que cubrían sus exabruptos y extravagancias? La posterior guerra abierta de Trump contra los medios, que alimentó la desconfianza de la opinión pública hacia ellos, ¿aumentó los apoyos que recibió? Esta campaña fue “un enorme fracaso” para los periodistas, estimó Margaret Sullivan, especialista en medios de The Washington Post.
“Digámoslo francamente, los medios se equivocaron”.
FINES MEDICINALES
Florida legaliza marihuana
Miami | AFP
La marihuana medicinal fue aprobada este martes en Florida en un referendo que corrió paralelo a las elecciones presidenciales, dos años después de que los votantes dijeran no al cannabis terapéutico en una consulta similar.
Una abrumadora mayoría de los floridianos (71,2 por ciento) votó a favor de la Enmienda 2, que permite el uso medicinal de la marihuana en este estado del sureste, según un conteo parcial de la División de Elecciones de Florida.
En la misma consulta en noviembre de 2014, los electores votaron en contra. Entonces sólo el 57,6 por ciento apoyó la marihuana terapéutica en este estado conservador.