El Papa recuerda que hay que vivir el amor matrimonial para siempre
Ciudad del Vaticano | EFE y AFP
El papa Francisco afirmó ayer en el Vaticano que el amor matrimonial se debe vivir “para siempre o nada” y no “hasta que dure”, pues en estos últimos casos, opinó, es mejor no casarse.
Jorge Bergoglio se refirió en la audiencia general de ayer en la Plaza de San Pedro al “viaje de la vida conyugal” para subrayar que “quien ama de verdad tiene el deseo y la valentía de decir ‘para siempre’”.
“(Hay que) vivir el amor matrimonial para siempre. Algunos dicen ‘hasta que dure el amor’. No, para siempre, de lo contrario es mejor que no te cases. O para siempre o nada”, apuntó.
En otro orden de cosas, el Papa también rechazó que los cristianos desesperen en su día a día en la lucha contra el mal y dijo que no creen “que las fuerzas negativas puedan prevalecer” porque están seguros de que “la última palabra en la historia de los hombres no es el odio, la muerte o la guerra”.
Finalmente, recordó que la vida de los cristianos “está marcada por la presencia poderosa de la mano de Dios” pero también “la asistencia discreta de los santos”, que están presentes en diversos momentos de la vida, como en el bautismo, el matrimonio o la ordenación sacerdotal.
Por otra parte, cuatro cardenales conservadores que cuestionaron públicamente al Papa por su apertura hacia los católicos divorciados que vuelven a casarse por el fuero civil, dijeron el miércoles que el asunto está dividiendo a la Iglesia.
En una nueva carta, los prelados piden una audiencia a Francisco y observan que no respondió a su pedido escrito de clarificación en septiembre.
En “La alegría del amor”, publicado el año pasado, Francisco abrió la puerta a que los católicos vueltos a casar por el fuero civil reciban la comunión.
El magisterio de la Iglesia dice que esos católicos deben obtener la anulación de su primer matrimonio o abstenerse de las relaciones sexuales si quieren comulgar. Desde entonces, obispos y conferencias episcopales alrededor del mundo han dado distintas interpretaciones del escrito. Los más conservadores han reafirmado la posición tradicional sobre la indisolubilidad del matrimonio.