Venció plazo y no reinsertaron a todos los niños
Cientos de padres y niños migrantes separados al entrar a Estados Unidos por la frontera con México seguían ayer en el limbo, a pocas horas de vencerse el plazo para su reunificación.
La lentitud del Gobierno del presidente Donald Trump y la deportación de algunos padres dificultan la reunión de las familias antes del cumplirse el plazo (a medianoche, 23:00 HB) fijado por el juez federal de California Dana Sabraw.
“El Gobierno no va a reunir a todas las familias que separó”, dijo Lee Gelernt, abogado de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), que introdujo la demanda en San Diego que llevó a Sabraw a fijar el plazo.
El Gobierno señala que ha identificado a 2.551 niños de cinco a 17 años que pueden acogerse a la orden del juez Sabraw. También detalló que para ayer esperaba reunir a 1.634 familias que estima “elegibles”.
Los otros 917 cayeron bajo la categoría de “inelegibles”, según un informe judicial del Gobierno divulgado el lunes. Esto significa que los vínculos familiares no fueron confirmados o que los padres tienen antecedentes criminales, padecen una enfermedad contagiosa o no han sido localizados.
De ellos, 463 ya podrían estar fuera del país, algunos voluntariamente, lo que complica enormemente cualquier posible reunificación con sus hijos.
“Aún no hemos recibido una lista de las familias que fueron reunificadas y dónde”, destacó Gelernt, que insistió en calificar de “cruel e inconstitucional” estas separaciones, derivadas de la política de “tolerancia cero” que el Gobierno Trump aplicó durante seis semanas.
Trump anunció el fin de esa política tras una ola de condenas dentro y fuera de Estados Unidos, especialmente tras la difusión de un audio (presuntamente obtenido en un albergue) en el que se escucha a niños pequeños llorando y llamando a sus padres, que en su mayoría migraron para huir de la violencia de las pandillas en América Central.
“Es un desastre que ellos crearon”, zanjó Gelernt en una conferencia telefónica.
Demócratas y organizaciones de derechos humanos deploraron la política inmigratoria de Trump.
HRW DEPLORA DESESPERACIÓN
Las familias de inmigrantes separadas están viviendo semanas de “agonía y desesperación”, denunció ayer la organización Human Rights Watch (HRW) en un informe.
Los padres lamentaron que no pueden hablar con sus hijos a menos que puedan costearse las llamadas telefónicas para charlar brevemente con ellos, un hecho que ya denunciaron este lunes 145 legisladores demócratas.