McCain despreció a Trump aun muerto
La minuciosa planificación del senador republicano John McCain de su propio funeral y homenajes ha sido la última maniobra del histórico político para demostrar su antipatía por el presidente estadounidense, Donald Trump, que no fue invitado a ninguna de las honras póstumas.
Poco después de anunciar que sufría cáncer cerebral terminal, McCain empezó a convocar reuniones en su oficina en Washington para programar al milímetro lo que inevitablemente iba a ocurrir: su propio velatorio.
El político decidió desde los lugares de celebración hasta la música que sonaría en cada momento, pasando por la lista de invitados y las personas autorizadas para hablar, a las que llamó personalmente para pedirles que participaran en su servicio fúnebre.
El senador, además, pidió explícitamente que Trump no fuera invitado a sus exequias, después de duros enfrentamientos políticos con él.
La turbulenta relación entre ambos tuvo su punto álgido en verano de 2015, cuando Trump aseguró que McCain, veterano de la Guerra de Vietnam, “no es un héroe”.
“(McCain) es considerado un héroe de guerra porque fue capturado. Me gustan las personas que no fueron capturadas”, dijo entonces Trump, una afirmación que fue recibida con abucheos por parte del público.
EL “HÉROE AMERICANO” QUE RESPALDÓ LA TORTURA
AGENCIAS
En medio del afinado concierto de la cobertura noticiosa del funeral del recién fallecido senador estadounidense, el diario La Estrella de Panamá publicó el artículo: John McCain, el “héroe americano” que respaldó la tortura.
Además de recordar que, entre otras invasiones del país norteño, el “héroe” apoyó la de Panamá en diciembre de 1989, el artículo firmado por Juan Cajar señala que el desaparecido político “deja un dudoso legado sobre la tortura, que aseguró haber combatido, pero cuyo discurso no es avalado por la historia”.
“McCain entraría al panteón de los héroes americanos, donde torturar y ser patriota parecen ser dos caras de una misma moneda”, concluye el artículo.