El Papa admite indignación de jóvenes por abusos
El papa Francisco reconoció ayer en Tallin, durante su visita a Estonia, que los escándalos sexuales que involucran al clero católico provocan indignación entre los jóvenes que no perciben una condena lo suficientemente fuerte por parte de la Iglesia.
Los jóvenes “están indignados por los escándalos sexuales y económicos, ante los cuales no constatan una clara condena”, señaló, frente a una audiencia de jóvenes, en su mayoría cristianos, invitados a un encuentro en una iglesia luterana.
A una semana de un “sínodo” (reunión de obispos del mundo entero) en Roma consagrado a los problemas de la juventud, el Papa señaló sin ambages que muchos jóvenes “consideran la imagen de la Iglesia penosa e inclusive irritante”.
Según Francisco, la Iglesia debe renovar el vínculo con los jóvenes y escuchar mejor a una “generación de la imagen y la acción, más que de la especulación”.
La Iglesia católica se encuentra en la actualidad en medio de una devastadora crisis existencial, debido a la multiplicación de las revelaciones sobre abusos sexuales.
Francisco todavía no ha respondido a las acusaciones incendiarias de un prelado italiano, Carlo María Vigano, según el cual, a sabiendas, el Papa ignoró durante cinco años los informes sobre los actos imputados al cardenal Theodore McCarrick, presentado como un depredador homosexual de jóvenes seminaristas y sacerdotes.
Finalmente, el cardenal estadounidense, de 88 años, fue acusado formalmente a finales de julio por un abuso sexual cometido en el pasado a un joven de 16 años. El Papa lo excluyó del Colegio Cardenalicio.
PIDEN PERDÓN A MILES DE VÍCTIMAS
La Iglesia católica alemana se disculpó oficialmente ayer tras la publicación de un informe que revela agresiones sexuales a más de 3.600 menores, cometidas durante décadas por miembros del clero.
“Quiero pedir disculpas”, dijo el presidente de la conferencia episcopal alemana, Reinhard Marx.
El documento de un total de 356 páginas, cuyo contenido fue filtrado a la prensa a mediados de septiembre, informa de al menos 3.677 víctimas entre 1946 y 2014, en su mayoría niños menores de 13 años, que sufrieron abusos perpetrados por unos 1.670 clérigos.