El Papa acepta renuncia de cardenal de EEUU por tapar abusos sexuales
AFP y EFE
El papa Francisco aceptó ayer la renuncia del prominente cardenal estadounidense Donald Wuerl, arzobispo de Washington, acusado de encubrir a curas pederastas.
El purpurado, de 77 años, había anunciado en septiembre su intención de presentar su renuncia tras la publicación del informe de Pensilvania sobre la pederastia, por lo que había consultado al Papa sobre su futuro.
El cardenal Donald Wuerl es acusado de negligencia frente a los actos de curas pederastas en Pensilvania, donde fue obispo de su ciudad natal de Pittsburgh entre 1988 y 2006.
Una investigación de los servicios del fiscal de Pensilvania, publicada en agosto, reveló abusos sexuales especialmente sórdidos llevados a cabo durante décadas por más de 300 “curas predadores”. Más de 1.000 niños fueron víctimas de sus actos, encubiertos por la Iglesia católica en ese estado, según la investigación.
En el informe final, redactado por un jurado popular, el cardenal Wuerl aparece citado en numerosas ocasiones como uno de los responsables eclesiásticos que contribuyeron a silenciar el escándalo.
El cardenal se defendió en un comunicado, asegurando que el informe demostraba que había “actuado con diligencia, en el interés de las víctimas y para evitar nuevos abusos”.
Sus defensores destacaron que sancionó a algunos curas y que incluso opuso resistencia a una orden del Vaticano para restablecer las funciones de uno de los curas pederastas.
El fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, lo acusó de mentir: “Muchas de sus declaraciones tras el informe del gran jurado son directamente contradictorias con los documentos internos de la Iglesia y los archivos secretos”.
CANONIZACIÓN DE DOS SANTOS
El Papa canonizará el domingo al arzobispo salvadoreño Óscar Romero, emblema de una iglesia comprometida con los pobres y al papa italiano Pablo VI, el pontífice que condenó la píldora anticonceptiva.
La ceremonia será celebrada en la plaza de San Pedro ante miles de personas, religiosos y autoridades de los dos continentes, entre ellos 7.000 salvadoreños que viajaron para la canonización de Romero (1917-1980), asesinado en 1980 por los escuadrones de la muerte mientras oficiaba una misa.
Los dos nuevos santos son figuras representativas de la iglesia que impulsa el Papa, “pobre para los pobres”.