Brasil y el mundo aguardan señales claras de Bolsonaro
Los brasileños, los socios de Brasil y los mercados esperan señales concretas de lo que significarán las rupturas prometidas por el ultraderechista Jair Bolsonaro, elegido el domingo presidente de la mayor potencia latinoamericana frente al izquierdista Fernando Haddad
Los medios locales tendieron a dar destaque a las promesas de este admirador de la dictadura militar (1964-1985) de respetar “la Constitución, la democracia y la libertad”, después de haber afirmado en la campaña que sus opositores de izquierda, “los marginales rojos”, deberían optar entre el exilio o la cárcel.
El periodista y exdiputado Fernando Gabeira, que durante la dictadura fue guerrillero, preso y exiliado, prefiere olvidar los exabruptos misóginos, homófobos y racistas de Bolsonaro, con quien compartió en el Congreso.
“Mi actitud hacia Bolsonaro será la que siempre adopté durante los años de convivencia: de respeto al argumentar las divergencias y de estímulo a sus movimientos positivos”, escribió Gabeira en su columna del diario O Globo, antes de reconocer que “algunos lectores condenan esa visión, con el argumento de que normaliza la barbarie”.
El estadounidense Donald Trump expresó ayer en Twitter su deseo de “trabajar estrechamente en temas comerciales, militares y todo lo demás” con Bolsonaro. Un deseo que algunos observadores ven enfocado contra el Gobierno socialista venezolano, en pleno marasmo económico y social.
Estados Unidos sondeó a países de la región sobre una opción militar para derrocar al presidente Nicolás Maduro, sin encontrar mayores ecos hasta ahora.
Según Amado Cervo, profesor emérito de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia (UnB), tampoco los encontrará con Jair Bolsonaro.
“Brasil tiene una tradición de autonomía y eso no va a cambiar, porque los militares y Bolsonaro están impregnados del carácter no intervencionista de Brasil”, aseguró.
La victoria de Bolsonaro corona y acentúa el giro a la derecha de América Latina, después del ciclo de Gobiernos de izquierda de la primera década del siglo.
Su llegada a la presidencia el próximo 1 de enero podría remover prioridades diplomáticas. Su primera visita oficial será a Chile, un país de referencia para dirigentes con agendas económicas liberales. Del Mercosur, en cambio, Bolsonaro no sopló una palabra desde su elección.
El ultraliberal Paulo Guedes, a quien Bolsonaro prometió el Ministerio de Hacienda, ratificó su compromiso con un programa de privatizaciones y con una reforma del régimen de jubilaciones.
Pero, por el momento, nadie conoce el contenido exacto de esas reformas ni si contarán con el apoyo de un Congreso integrado con una treintena de partidos.
“El programa económico de Bolsonaro no tiene ninguna evaluación de impactos (…). Además, su propuesta mayor —reducir a cero en 2019 el déficit fiscal primario (destinado al pago de intereses de la deuda pública)— es irrealista”, afirmó una nota de coyuntura de la aseguradora Euler Hermes.
Las guerras del excapitán
Bolsonaro denunció sin cesar durante la campaña al Partido de los Trabajadores (PT) de Haddad y del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Los Gobiernos del PT (2003-2016) son, para millones de electores, sinónimo de corrupción, de crisis económica y de una tolerancia de comportamientos que ofusca a las iglesias evangélicas, grandes aliadas del mandatario electo.
En su primer discurso después de la victoria, el excapitán del Ejército, de 63 años, volvió a la carga: “No podemos seguir coqueteando con el socialismo, el comunismo, el populismo y el extremismo de izquierda”, afirmó.
ABORDAN CRISIS VENEZOLANA
El ultraderechista Bolsonaro y el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, hablaron ayer de la colaboración entre ambos países ante la crisis venezolana y otros temas en una llamada telefónica.
“Hablaron de la colaboración en asuntos de política exterior prioritarios incluyendo Venezuela, la lucha contra el crimen transnacional y formas de reforzar los lazos económicos entre EEUU y Brasil, las dos mayores economías del hemisferio oeste”, señaló en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
CHILE SERÁ EL PRIMERO EN VISITAR
Chile será el primer país que visitará el electo presidente brasileño, según confirmó ayer a medios chilenos Onyx Lorenzoni, su futuro jefe de gabinete.
“Después de recuperado de la cirugía, el presidente Bolsonaro se va primeramente a Chile, después a EEUU”, afirmó Lorenzoni, uno de los asesores más cercanos de Bolsonaro.
“Éste es un compromiso que el Presidente (Bolsonaro) había asumido con el presidente Piñera”, agregó ayer Lorenzoni, quien no especificó la fecha en que se producirá la visita.
ULTRADERECHISTAS LOGRAN 12 DE 27 GOBERNACIONES
AFP
Doce de los 27 gobernadores elegidos en las elecciones brasileñas, incluyendo dos de los ricos estados de Sao Paulo y Río de Janeiro, aprovecharon la ola populista que encumbró a Bolsonaro para conseguir unas victorias que hace unos meses parecían improbables.
El Partido Social Liberal (PSL), formación del Presidente electo de extrema derecha, tendrá por primera vez tres gobernadores: el de Santa Catarina (sur) y los de los estados amazónicos de Roraima (norte) y Rondonia (oeste).
Uno de los casos más significativos se vivió en Río. Casi desconocido cuando registró su candidatura, Wilson Witzel apenas contaba con el 3 por ciento de intenciones de voto en agosto.
En Sao Paulo, el estado más rico y poblado del país, Joao Doria también supo rentabilizar la ola del ultraderechista para obtener el 52 por ciento de los votos en su ajustado duelo con el centro-izquierdista Marcio França.
En Minas Gerais, el segundo estado más poblado del país, Romeu Zema, del Partido Novo —una formación de derecha surgida en 2015 gracias al apoyo de empresarios—, salió del anonimato para conquistar la elección con un arrasador 70 por ciento de los votos gracias a su apoyo a Bolsonaro.
A pesar de todo, el Partido de los Trabajadores (PT) es la formación que ha conseguido más gobernadores: cuatro, todos en el nordeste, feudo electoral de Lula.
HADDAD DESEA ÉXITOS A BOLSONARO, TRAS DERROTA
EFE
El excandidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT), el socialista Fernando Haddad, deseó ayer, y con “el corazón ligero”, éxitos al Presidente electo de Brasil.
“Presidente Jair Bolsonaro, le deseo éxitos. Nuestro país merece lo mejor. Escribo este mensaje, hoy, de corazón ligero, con sinceridad, para que estimule lo mejor de todos nosotros. ¡Buena suerte!”, publicó Haddad a través de cuenta en Twitter.
El mensaje del excandidato de izquierdas se dio un día después del balotaje y luego de que en su pronunciamiento de este domingo, tras conocer y aceptar su derrota, se hubiera abstenido de felicitar a su rival.
Haddad, que sucedió en la candidatura al encarcelado Luiz Inácio Lula da Silva, perdió este domingo la presidencia de Brasil en medio de una de las más polémicas y polarizadas campañas electorales del gigante suramericano. Bolsonaro ganó con el 55,13 por ciento, Haddad sacó el 44,87 por ciento de los sufragios.
OPINIONES DIVIDIDAS ENTRE LOS ESTUDIANTES
REDACCIÓN CENTRAL
Tras la victoria de Bolsonaro, las opiniones sobre el presidente electo fueron diversas entre los estudiantes brasileños que residen en Cochabamba.
Sus seguidores indicaron que se producirán grandes cambios económicos y que acabará con la corrupción, mientras que sus detractores advirtieron un retroceso en materia de derechos humanos.
Karen Rodrigues, 18 años: “Fue muy buena su victoria porque él (Bolsonaro) es un capitalista y en su plan económico hará bajar el precio del dólar”.
Gilson Silva, 37 años: “Habrá cambios y mejorará la calidad de vida especialmente en los pobres porque mejorará la economía, además que pondrá fin a la corrupción. Será beneficioso para todos”.
Duana Cardoso, 20 años: “Es cierto que se necesita una persona con carácter fuerte para acabar con la corrupción y la pobreza. Creo que por fin se dará un cambio en Brasil”.
Georges Gnass, 26 años: “Un cambio es bueno para el país, tiene ideas claras para acabar con la corrupción”.
Natasha Lopes, 29 años: “No me gustan los resultados de las elecciones, Bolsonaro no tiene un plan para permitir el matrimonio gay ni acabar con el racismo, por eso no quiso debatir con otros candidatos”.
Karen Magalhaes, 18 años: “No estoy de acuerdo con el Presidente electo; espero que sus proyectos sean verdaderos”.
LA CASA BLANCA AFIRMA QUE “SÓLO HAY UN TRUMP”
EFE
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, reaccionó ayer con escepticismo a las comparaciones entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y Bolsonaro.
“Sólo hay un Donald Trump, en mi opinión”, afirmó Sanders durante una conferencia de prensa.
Bolsonaro fue apodado durante la campaña electoral como el Trump brasileño, debido a su confesa admiración por el Presidente estadounidense y su extenso historial de declaraciones de tinte machista y racista, además de por su costumbre de rebatir las críticas calificándolas de “fake news” (“noticias falsas”).
Sanders también respondió a una pregunta sobre si la Casa Blanca planea exigir garantías al nuevo Gobierno de Bolsonaro de que respetará los derechos humanos y las normas democráticas.
“Promovemos los derechos humanos en todo el mundo. Valoramos nuestra larga relación con Brasil y veremos qué ocurre a partir de ahora”, zanjó la portavoz.