Cinco expresidentes peruanos enfrentan cargos con la justicia
Lo que sucede actualmente en Perú llama la atención. Los últimos cinco presidentes están condenados o investigados por corrupción en el caso de la empresa Odebrecht.
El mes pasado, el expresidente de Perú Alan García tuvo que solicitar asilo en la embajada de Uruguay en Lima, poco después de que un fiscal presentara un recurso para impedirle abandonar el país por 18 meses mientras es investigado por presunta corrupción.
Es que la corrupción ha calado hondo en las esferas políticas del vecino país.
En mayo pasado, la ONG Transparencia Internacional (TI) dio a conocer la vigésimo quinta edición del Índice de Percepción de la Corrupción en el que Perú ocupa el puesto 96 de 180 países. El estudio puso a Venezuela (18) y Haití (20) como los países más corruptos en América Latina.
Uno a uno
Un reporte de la agencia Efe indica que el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) tiene vigente una condena de 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción, como autor mediato (con dominio del hecho) de las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), donde fueron asesinadas 25 personas a manos del grupo militar encubierto Colina, y por los secuestros de un periodista y un empresario en 1992.
En tanto, Alejandro Toledo (2001-2006) está imputado por los delitos de colusión, tráfico de influencias y lavado de activos al presuntamente haber recibido 20 millones de dólares de Odebrecht a cambio de favorecer a Odebrecht en la licitación de varios tramos de la carretera interoceánica del sur.
El líder del partido Perú Posible permanece en EEUU a la espera de que se resuelva la extradición solicitada por la justicia peruana para que cumpla una orden de prisión preventiva por 18 meses.
Alan García (1985-1990 y 2006-2011) está investigado por los delitos de colusión y lavado de activos en el caso de los sobornos pagados por Odebrecht a funcionarios de su segundo Gobierno para la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima.
El líder histórico del Partido Aprista Peruano (PAP) recibió 100.000 dólares de Odebrecht a cambio de una conferencia brindada en 2012 en Sao Paulo, una partida que presuntamente salió de la cuenta oculta con la que la constructora pagó sus sobornos en Perú y a al menos otros 11 países de Latinoamérica, reseñó Efe.
En cambio, Ollanta Humala (2011-2016) y su esposa Nadine Heredia son investigados por lavado de activos por presuntamente haber recibido tres millones de dólares de Odebrecht para financiar su campaña para las elecciones presidenciales de 2011 y no haberlos declarado en sus cuentas.
Los fundadores y líderes del Partido Nacionalista Peruano (PNP) pasaron casi 10 meses en prisión preventiva hasta que el Tribunal Constitucional resolvió que la medida era excesiva sin tener una acusación firme, por lo que recuperaron la libertad, sin impedimento de salida del país para Humala.
Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) está investigado igualmente por lavado de activos al descubrirse que su consultora Westfield Capital facturó 782.000 dólares a Odebrecht entre 2004 y 2007, cuando era ministro en el Gobierno de Toledo.
El líder del partido Peruano Por el Kambio (PPK), que dimitió en marzo al revelarse una presunta compra de votos de parlamentarios para evitar que el Congreso lo destituyese por este caso, tiene prohibido por orden judicial salir del país.
Es el único de los expresidentes que no ha denunciado persecución política.
MARTÍN VIZCARRA ES AMENAZADO
El actual presidente Martín Vizcarra es amenazado periódicamente por el fiscal de la Nación (fiscal general), Pedro Chávarry, con investigarlo formalmente por la suscripción de una adenda para la construcción del nuevo aeropuerto de Cusco, cuando era vicepresidente y ministro de Transportes en el Gobierno de Kuczynski.
Desde que sucedió a Kuczynski, el mandatario ha iniciado una cruzada contra la corrupción que le ha llevado a enfrentarse con Chávarry, vinculado a una red de tráfico de influencias, favores y prevaricación en el seno de la judicatura.
EL CASO KEIKO FUJIMORI
Un inciso aparte merece el caso de Keiko Fujimori, hija y heredera política de Alberto Fujmori, quien fue candidata a la Presidencia en dos ocasiones y quien ha sido la líder de la principal fuerza de oposición desde 2011.
Keiko está en prisión preventiva por tres años desde el 1 de noviembre por un presunto lavado de activos en la financiación de su campaña para las elecciones presidenciales de 2011 al haber supuestamente ocultado con una contabilidad ficticia un millón de dólares donado por Odebrecht.
Datos: Agencias e Internet
ANÁLISIS
Patricia Teullet. Periodista Perú21
Corrupción: el mal de siempre
Un empresario relataba que, durante un evento anticorrupción, se hizo una encuesta anónima en la que una de las preguntas era si alguna vez había pagado un soborno. Cuando se leyeron los resultados, con respuestas mayoritariamente positivas, el público encuestado reaccionó riendo. El empresario en cuestión, con pocas semanas en el Perú, no lograba entender lo que pasaba: en un país relativamente pobre, sin equidad ni oportunidades para todos, en el que miles mueren por enfermedades previsibles y curables, donde los niños no acceden a educación y en el que todos los días se descubre un escándalo de corrupción ligado a autoridades que robaron inmensas sumas de dinero en una práctica que, según las pruebas, vienen desde el Virreinato hasta el siglo XXI.