May aplaza la votación del “brexit” y volverá a discutir con Bruselas
AFP y EFE
En un esfuerzo por salvar un acuerdo de “brexit” condenado al fracaso, la primera ministra Theresa May decidió ayer aplazar el voto crucial del Parlamento y dirigirse de nuevo a sus socios europeos con las “preocupaciones” expresadas por los diputados británicos.
“El acuerdo habría sido rechazado por un margen significativo, por lo tanto aplazaremos la votación prevista para mañana”, afirmó May ante la Cámara de los Comunes.
El texto, fruto de 17 meses de difíciles negociaciones con Bruselas, choca con el rechazo de la oposición laborista, los centristas liberaldemócratas, los nacionalistas escoceses, los unionistas norirlandeses del DUP —en cuyo apoyo se basa la mayoría parlamentaria de May— y hasta un centenar de conservadores rebeldes, ya sea proeuropeos o euroescépticos.
Su punto más conflictivo es el denominado “backstop”, o “red de seguridad”, un mecanismo ideado para evitar la reinstauración de una frontera dura en la isla de Irlanda que amenace el Acuerdo de Paz de 1998, que puso fin a 30 años de sangriento conflicto.
Los defensores del “brexit” temen que Reino Unido quede permanentemente atrapado en las redes europeas y presionaron para que May renegociase el “backstop” durante la cumbre europea del jueves y viernes en Bruselas.
“Iré a ver a mis homólogos de otros países miembros y hablaré con ellos de las preocupaciones claras expresadas por esta cámara”, afirmó May, al tiempo que hacía de nuevo hincapié en el peligro de rechazar el texto.
“Mientras no logremos ratificar un acuerdo, aumenta el peligro de un “brexit” sin acuerdo” de catastróficas consecuencias para la economía británica, advirtió la Primera Ministra británica.
REVOCACIÓN DE FORMA UNILATERAL
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sentenció ayer que el Reino Unido tiene la capacidad de revocar de forma unilateral el artículo 50 de los tratados europeos, el que inició el proceso de su salida de la UE, el “brexit”, al activarse el 29 de marzo de 2017.
El TJUE precisó que la revocación de la notificación en la que se informaba al Consejo Europeo de la decisión de abandonar la UE, llevada a cabo de acuerdo con los requerimientos constitucionales británicos, tendría el efecto de que el Reino Unido seguiría en la UE sin cambios en su estatus como Estado miembro.
Añadió que si semejante pacto no se ha concluido, el “brexit” se puede retirar antes de que termine el periodo de dos años desde que se notificó la intención de abandonar la UE o cualquier posible extensión que se haya sumado a esos dos años.
PARTIDARIOS DEL “BREXIT” Y GRUPOS DE IZQUIERDA SE ENFRENTAN EN LONDRES
AGENCIAS
Miles de británicos seguidores de la ultraderecha, convocados por el que fuera líder del grupo nacionalista Liga de Defensa Inglesa (EDL), Tommy Robinson, acudieron hasta las puertas del Parlamento para protestar contra “la traición del “brexit” que, según ellos, supone el plan acordado por Theresa May con la UE.
La marcha fue respaldada por el UKIP, el Partido por la Independencia de Reino Unido que fundara Nigel Farage y que hoy lidera Gerard Batten.
La organización Momentum, que engloba a distintas asociaciones de izquierdas y cuenta con el respaldo del Partido Laborista de Jeremy Corbyn, había organizado a su vez una contramanifestación de respuesta.
Según los promotores, hasta 15.000 personas han respondido a la llamada y han superado en número de asistentes a los ultraderechistas. La Policía se esforzó en controlar a estos manifestantes a la altura de Trafalgar Square para evitar posibles enfrentamientos con los partidarios del “brexit” duro.
“Creo que es realmente importante que todo el mundo en el Partido Laborista y en el entorno de la izquierda se dé cuenta de que no podemos tolerar que haya fascistas en las calles de Reino Unido en 2018. Hemos visto su terrible crecimiento por toda Europa, en Hungría, en Polonia. Tenemos a Donald Trump en Estados Unidos y a Jair Bolsonaro en Brasi”, manifestó a la prensa Corbyn.