ELN reivindica atentado y dice que es parte de la guerra en Colombia
La guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) admitió ayer su responsabilidad en el ataque a una escuela policial en Colombia que dejó una veintena de muertos, evocando una operación “lícita” en guerra, pero insistió en retomar los diálogos de paz enterrados por el atentado.
“La operación realizada contra dichas instalaciones y tropas es lícita dentro del derecho de la guerra, no hubo ninguna víctima no combatiente”, dijo la dirección nacional de la guerrilla en un comunicado divulgado ayer en su página de internet.
El atentado a través de un coche bomba acabó con la vida de 20 estudiantes de la Escuela de Cadetes de la Policía Nacional y con el presunto atacante. Esta acción motivó que el presidente de Colombia Iván Duque pusiera fin a la mesa de diálogo que se desarrollaba en La Habana.
Según el comunicado del ELN, la Escuela Cadetes de la Policía Nacional es una instalación militar y allí “reciben instrucción y entrenamiento los oficiales que luego realizan inteligencia de combate, conducen operaciones militares, participan activamente en la guerra contrainsurgente y dan trato de guerra a la protesta social”.
De acuerdo con el ELN, el ataque sería respuesta a actividades militares realizadas por el Gobierno de Duque en el cese al fuego unilateral que ofreció la guerrilla en Navidad y fin de año. “El Presidente no le dio la dimensión necesaria al gesto de paz y su respuesta fue realizar ataques militares en contra nuestra, en todo el territorio nacional. Las Fuerzas Armadas gubernamentales aprovecharon este cese para avanzar las posiciones de sus tropas de operaciones, ganando ubicaciones favorables difíciles de conseguir sin el cese”, dice el comunicado.
DIÁLOGO SIN AVANCES
El alto comisionado para la paz, Miguel Ceballos, recordó que el actual Gobierno “jamás” reactivó los diálogos con esa guerrilla y explicó que las políticas públicas de paz, son políticas de gobierno y no de Estado, por lo tanto “no obligan a la administración que está en el poder en ese momento”.
Duque reactivó el viernes las órdenes de captura contra los negociadores del grupo rebelde y anunció que redoblará la persecución contra lo que describió como una “máquina criminal de secuestros y atentados”. Al mismo tiempo, ha exigido al Gobierno cubano que detenga y le entregue a Colombia a “esos criminales para que se haga justicia”.