El Papa cierra visita a Panamá preocupado por conflictos y crisis
Francisco pidió ayer una salida pacífica para la “grave situación” en Venezuela, al cierre de su visita a Panamá en la que denunció el drama de los migrantes y la crisis interna de la Iglesia por el escándalo de los abusos sexuales.
Antes de su regreso a Roma, previsto en horas de la tarde, el Papa celebró una misa multitudinaria para clausurar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Francisco exhortó a las nuevas generaciones de católicos a no dejarse “adormecer” e impedir que sus sueños pierdan “vuelo”.
Destinado en principio a tratar el drama de los migrantes, el viaje del pontífice tuvo dos inesperados coprotagonistas: la compleja situación en el país petrolero y el impacto del bochornoso expedientes abusos sexuales y su encubrimiento en el clero.