Comienza el juicio a Fernández en medio de la campaña electoral
Expresidenta, senadora y ahora aspirante a la vicepresidencia de Argentina, Cristina Fernández escuchó ayer los cargos en su contra en la primera audiencia de un juicio por corrupción que se lleva a cabo en paralelo con la campaña para las elecciones de octubre próximo.
Fernández, una abogada de 66 años que gobernó Argentina entre 2007 y 2015, tiene 12 causas abiertas por presunta corrupción y cinco pedidos de prisión preventiva, de la que está exenta por sus fueros parlamentarios. También se han embargado sus cuentas.
Un puñado de militantes de su corriente de izquierda del peronismo la despidió entre vítores cuando partió de su departamento en el barrio de Recoleta, en Buenos Aires.
Sin hacer ninguna declaración, Fernández se sentó en la última fila de los acusados, rodeada por sus abogados. Parlamentarios de su partido, Frente para la Victoria, y líderes de organismos de defensa de los derechos de humanos, como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la acompañaron entre el público.
Primer juicio oral
La causa conocida como Vialidad es la primera que llega a juicio oral. Se extenderá aproximadamente por un año, con audiencias semanales. Fernández está obligada a presentarse en esta primera audiencia, pero luego podrá delegar las comparecencias en sus abogados.
Con el cargo de jefa de una asociación ilícita, se le acusa de haber favorecido al empresario Lázaro Báez, cercano a la familia Kirchner, en la concesión de licitaciones para obras viales.
Según la querella, la trama se prolongó durante los tres periodos de gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, desde 2003 hasta 2015. En esos años la provincia de Santa Cruz (sur), de la que el exmandatario fallecido en 2010 era oriundo y de la que fue también gobernador, concentró las obras públicas del país.
La acusación asevera que muchas de las obras adjudicadas en Santa Cruz fueron pagadas pero no terminadas y los trabajos tuvieron sobreprecio.
BANQUILLO Y ELECCIONES
Fernández, el fin de semana, sorprendió a los argentinos con el anuncio de que optará a la vicepresidencia en una fórmula que encabeza su exjefe de gabinete Alberto Fernández.
El juicio es “un nuevo acto de persecución con un único objetivo: colocar a una expresidenta opositora a este Gobierno en el banquillo de los acusados en plena campaña electoral”, manifestó Fernández en un mensaje en las redes sociales.
El 27 de octubre se celebrará la primera vuelta presidencial, en las que el presidente Mauricio Macri busca la reelección.
MINISTRO ARGENTINO DE JUSTICIA NIEGA QUE FERNÁNDEZ SUFRA “PERSECUCIÓN”
EFE
El ministro de Justicia de Argentina, Germán Garavano, negó que el primer juicio oral contra la expresidenta Fernández responda a una persecución política, como denunció la propia exmandataria.
“Lo que dice Cristina Fernández no es cierto, ella forma parte de un proceso que empezó y llega a una etapa que tiene la posibilidad de defensa, el fiscal deberá probar que las personas acusadas cometieron delitos, con todos jueces designados durante su gestión”, dijo Garavano en declaraciones a Radio La Red.
Fernández afirmó que el juicio —en el que está acusada de encabezar una asociación ilícita durante su mandato y por supuestas irregularidades en la adjudicación de obra pública— es un “nuevo acto de persecución” con el que se busca montar una “cortina de humo” para “distraer” de la crisis económica del país, y negó los cargos.
Garavano remarcó que el Ejecutivo de Mauricio Macri está centrado en trabajar y solucionar “los problemas de los argentinos” y mejorar la justicia, y aseveró que el Gobierno no está en clima de campaña electoral.
En total hay 13 imputados. Además del propio Lázaro Báez, también se acusa al exministro de Planificación Julio de Vido y el exsecretario de Obras Públicas José López, ambos bajo detención y quienes ocuparon esos cargos ininterrumpidamente durante los 12 años de los Gobiernos Kirchner.