Orgullo LGBT se une contra Bolsonaro
Unas 3 millones de personas participaron ayer en el Desfile del Orgullo LGBT de Sao Paulo, el primero bajo el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro y que tuvo lugar tan sólo 10 días luego de que la Corte Suprema de Brasil tipificara la homofobia como un delito penal.
“Cada uno sabe de su vida. El Presidente debería cuidar de la política y de los problemas de Brasil en lugar de meterse con la opciones individuales de cada uno”, señaló la jubilada Ana S., una “heterosexual de por vida”, pero quien cree que “la diversidad debe ser celebrada” y todas las preferencias “deben ser respetadas”.
A lo largo de la semana, la presidenta de la Asociación del Orgullo LGBT, Cláudia Regina García, predijo que la gente saldría a las calles y los gobernantes entenderían que “nadie va a volver a casa, al armario o a las ‘senzalas’ (los antiguos alojamientos de esclavos en Brasil)”.
Ayer, millones de personas confirmaron el pronóstico de García y ocuparon las vías de la Avenida Paulista, en el corazón de Sao Paulo, donde grupos conformados por las más diversas edades y estilos desfilaron mientras alternaban entre pases de baile, besuqueos y gritos de orden contra el mandatario brasileño.
Bajo la consigna “50 años de Stonewall, nuestras conquistas, nuestro orgullo de ser LGBT”, la muchedumbre acompañó animada a los 19 tríos eléctricos, como se conocen a los gigantescos camiones de sonido que dan el tono de la fiesta, durante más de seis horas.
En una gran fiesta a cielo abierto y con fuertes tintes políticos, diversos participantes sostenían pancartas en las que podían leerse frases como “Nuestra arma es el amor”, “Transformamos vergüenza en orgullo” y “Él no, fuera Bolsonaro”.
Igualmente participó en el desfile el alcalde de Sao Paulo, Bruno Covas, quien destacó en declaraciones a la prensa que “lo más importante” del evento es “mostrar a Brasil y al mundo” que la capital paulista “quiere ser una referencia en los Derechos Humanos”.
RECHAZO A FALLO DE LA SUPREMA CORTE
Esta vigésima tercera edición del Orgullo LGBT de Sao Paulo fue la primera que tuvo lugar después de un histórico fallo de la Suprema Corte de Brasil, que tipificó hace 10 días la homofobia como un delito penal similar al racismo.
Para la presidenta de la Asociación del Orgullo LGBT, la decisión supone un “victoria importante” para la comunidad LGBT, pero alertó de que “existen otros desafíos por delante”.