Las mujeres resucitan a la oposición contra Bolsonaro en masiva protesta
Decenas de miles de mujeres, sobre todo indígenas y campesinas, resucitaron ayer a la oposición en Brasilia con una multitudinaria manifestación contra las políticas del Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Según las organizadoras, fueron 100.000 personas, una cifra que las autoridades policiales redujeron a cerca de 20.000 pero que, en cualquiera de los casos, constituye la mayor protesta realizada en Brasilia desde que Bolsonaro asumió el poder, en enero pasado.
Conformada sobre todo por mujeres, la manifestación protestó por las conservadoras políticas impulsadas por el Gobierno en el campo, que favorecen a los grandes productores y relegan a la agricultura familiar, y los planes de promover la explotación de minerales en la Amazonía, donde se asienta la mayoría de las reservas indígenas.
Las mujeres también condenaron el “machismo” que le atribuyen a Bolsonaro, quien tiene un largo historial de declaraciones de corte racista u homofóbico y que es un franco adversario del feminismo.
La protesta fue convocada en momentos en que la popularidad del mandatario de ultraderecha está en mengua, según diversas encuestas que le adjudican un apoyo de cerca del 30 por ciento de los brasileños, tras apenas siete meses en un cargo que asumió con un respaldo superior al 55 por ciento.
La oposición del campo progresista, hasta ahora adormecida frente a la mayoritaria base parlamentaria de Bolsonaro, pareció renacer en esta manifestación y esa percepción la reforzó el diputado Paulo Pimenta, del Partido de los Trabajadores (PT).
“Estamos de vuelta”, dijo a Efe el parlamentario, en medio de una manifestación que también congregó a representantes de todos los partidos de la muchas veces dividida oposición de izquierdas.
Símbolo del campo progresista, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en la cárcel desde abril del año pasado por corrupción, se sumó a la manifestación a través de una carta que envió desde su celda y fue leída por el excandidato presidencial Fernando Haddad, derrotado en las urnas en octubre de 2018 por Bolsonaro.
“Las mujeres de nuestra tierra volverán a ser respetadas y el odio no vencerá al amor, el miedo no vencerá a la esperanza y la grosería no vencerá a la solidaridad”, escribió Lula en la carta, leída frente a las mujeres concentradas en ese momento a las puertas del Parlamento.
Lula afirmó que en su gestión y la consecutiva de Dilma Rousseff, destituida en 2016 por irregularidades fiscales, se estaba “comenzando a construir un país mejor, con inclusión social, democracia, libertad de pensar, de hablar y de organizarse”.
Según el exmandatario, la “persecución política” que lo llevó a la cárcel, hallado culpable de corrupción, dio paso a “un Brasil que es gobernado por el odio y la locura de aquellos que hablan fino con los poderosos y se fingen valientes frente a los más indefensos”.
CAE SECRETARIO DE PRENSA
Bolsonaro destituyó al secretario de prensa Paulo Fona, el tercer funcionario en ocupar ese cargo en ocho meses de gobierno, mientras el vocero presidencial, general Otavio Rego Barros, fue separado de la Secretaría de Comunicaciones.
“Cuando fui convidado para asumir la Secretaría alerté sobre mi intención de mejorar la relación con los periodistas (...) esperaba más profesionalismo, cosa que no encontré” en el Palacio del Planalto, aseguró Fona en una nota.
Fona ejerció durante sólo seis días la titularidad de la Secretaría, un área en la que ocurren disputas de grupos del Gobierno.