Calificadoras degradan deuda de Argentina por la imparable crisis
El peso argentino cerró ayer una negra semana en la que perdió casi 20 por ciento ante el dólar y las calificadoras de Fitch y S&P degradaron la nota de la deuda debido a la incertidumbre política y riesgo de default.
Fitch la recortó dos escalones desde “B” hasta “CCC”, una categoría que indica hay posibilidades de un default.
“El recorte de la nota de Argentina refleja una elevada incertidumbre política después de las elecciones primarias del 11 de agosto, un severo endurecimiento de las condiciones financieras y el esperado deterioro del ambiente macroeconómico que aumenta la posibilidad de un default de la deuda soberana o de una reestructuración de algún tipo”, dijo la entidad.
Según la calificadora, las elecciones primarias resaltaron los riesgos de una discontinuidad de las políticas después de las elecciones generales de octubre.
S&P, en tanto, rebajó la nota un escalón de “B” a “-B”.
“La pronunciada turbulencia del mercado financiero, con una depreciación significativa del peso argentino y un repunte en las tasas de interés, tras las elecciones primarias del domingo pasado en Argentina, ha debilitado significativamente el ya vulnerable perfil financiero del soberano”, dijo S&P.
Fernández quedó como claro favorito tras imponerse en las primarias abiertas con 47 por ciento de los votos frente al 32 por ciento que cosechó Macri.
“Esto ha provocado un colapso de la confianza de los mercados, incluyendo una aguda depreciación del peso”, dijo Fitch.
Esos resultados se convirtieron en una poderosa señal política que puso en duda la continuidad del proyecto de Macri, quien lleva adelante un severo ajuste fiscal con un auxilio por 56 mil millones de dólares de parte del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La oposición ha cuestionado el acuerdo con el FMI, en medio de una dura crisis financiera que ha llevado a que la pobreza a un nivel del 32 por ciento en un país que tiene una de las inflaciones más altas del mundo, con un aumento de los precios de 25,1 por ciento hasta julio y 54,4 por ciento en 12 meses.
La crisis comenzó con una estampida cambiaria en abril de 2018, que llevó a Macri a acudir al FMI para apuntalar la economía.
El año pasado, la economía cerró el año con una contracción de 2,5 por ciento y para este año el FMI ajustó a la baja sus proyecciones, anticipando una caída del PIB de 1,3 por ciento en 2019.
Con respecto al crecimiento, Fitch proyecta una contracción de 2,5 por ciento, frente a una estimación previa de una caída del PIB de 1,7 por ciento debido a la “creciente probabilidad de que la moderada recuperación que antes se esperaba para la segunda mitad del año ya no se materialice”.
Del total de la deuda, casi un 80 por ciento está denominada en moneda extranjera, en un momento que el peso argentino cerró la semana con una pérdida del 19,91 por ciento de su valor.
CONGELAN PRECIOS DE COMBUSTIBLES
El Gobierno formalizó ayer su decisión de congelar por 90 días el precio de los combustibles, una de las medidas adoptadas para paliar la crisis.
En un decreto publicado en el “Boletín Oficial”, el Ejecutivo de Macri dispuso que las entregas de petróleo crudo efectuadas en el mercado local durante los próximos 90 días deberán ser facturadas y pagadas al precio convenido entre las empresas productoras y de refinado al pasado día 9.
La normativa, que lleva las firmas de Macri y de los integrantes del Gabinete nacional, puntualiza que se debe aplicar un tipo de cambio de referencia de 45,19 dólares.