EEUU y Arabia Saudí miran a Irán por ataque y preparan respuesta
El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró ayer que no quiere ir a la guerra con Irán, aunque advirtió de que EEUU está “mejor preparado” en caso de que surja un conflicto entre ambos países, tras los ataques del pasado fin de semana contra refinerías en Arabia Saudí.
“No quiero guerra con nadie (...) Ciertamente nos gustaría evitarlo”, dijo Trump.
En tanto, la coalición árabe internacional creada y encabezada por Arabia Saudí afirmó que el ataque no provino del Yemen y amenazan con nuevas acciones.
En caso de producirse un conflicto, el mandatario consideró que EEUU está “mejor preparado” que Irán, ya que tiene “los mejores sistemas armamentísticos del mundo”, y repasó el actual arsenal militar estadounidense, del que destacó varios tipos de misiles, tanques y aviones.
“Tenemos un nivel muy alto de munición. Estábamos a un nivel muy bajo cuando llegué”, presumió.
El sábado dos refinerías de la petrolera estatal saudí Aramco, clave para el abastecimiento mundial de crudo, fueron atacadas con 10 drones, lo que causó una reducción de cerca del 50 por ciento de su producción. La acción fue reivindicada por los rebeldes hutíes del Yemen, que están apoyados por Teherán.
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, responsabilizó directamente a la República Islámica y aseguró que no había “pruebas” que apuntaran a que los ataques procedían del Yemen, y el domingo Trump señaló que EEUU estaba “cargado y listo” para responder.
La reacción de Irán no se ha hecho esperar. Ayer su Ministerio de Exteriores rechazó de nuevo las acusaciones de Washington sobre su presunta implicación y descartó un posible encuentro entre los presidentes de ambos países.
“Estas acusaciones son inaceptables y completamente infundadas”, resaltó el portavoz de Exteriores de Irán, Abas Musaví.
Amnistía Internacional
Una intervención militar de EEUU en respuesta al ataque contra las instalaciones petroleras sauditas atribuidas a Irán sólo agravaría el sufrimiento en Medio Oriente, dijo el jefe de Amnistía Internacional (AI).
El secretario general de AI, Kumi Naidoo, señaló que el mundo debería redoblar los esfuerzos para poner fin a la devastadora violencia en Yemen, donde Arabia Saudita ha estado combatiendo a rebeldes hutíes vinculados a Irán.
“Necesitamos detener la sangría en este momento, y cualquier conversación sobre intervención militar en este momento sólo exacerbará una mala situación”, dijo.
El activista por los derechos humanos advirtió sobre las lecciones de Irak, donde la invasión estadounidense de 2003, basada en hallazgos de los servicios de inteligencia, “creó la catástrofe que tenemos, no sólo en Irak sino en los países vecinos”.
Trump ha desafiado al Congreso con su sólido apoyo a Arabia Saudita tanto en la guerra de Yemen como después del asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi el año pasado en el consulado del reino en Estambul.
Trump ha dicho que la importante compra de armas de Arabia Saudita a EEUU benefició a la economía de EEUU.
2 instalaciones petroleras sauditas del grupo Aramco fueron atacadas el sábado por supuestos drones iraníes.
MAYOR ALZA DESDE LA GUERRA DEL GOLFO
Ayer se registró la mayor subida abrupta en el precio del crudo durante una sesión, desde la guerra
del Golfo.
El crudo intermedio de Texas (WTI) subió 14,8 por ciento hasta 62,90 el barril y el Brent, de referencia en Europa, aumentó 13,09 por ciento hasta 68,10 dólares.
LOS REBELDES HUTÍES ATACAN
El 17 de agosto, los rebeldes hutíes anunciaron que perpetraron un ataque con 10 drones, “el más masivo jamás lanzado en Arabia Saudita”, contra el campo de Shaybah (este), que provocó un incendio “limitado”, según Aramco, en una instalación gasífera, sin causar heridos.
El 14 de mayo, los hutíes, que controlan vastas zonas en Yemen, reivindicaron un ataque con drones en la región de Riad, contra dos estaciones de extracción de un oleoducto que une el este y el oeste del reino, primer exportador de petróleo mundial.
Este ataque conllevó la interrupción temporal de las operaciones en el oleoducto y agravó las tensiones en la región del Golfo.
Estos ataques de los rebeldes yemeníes, cada vez más frecuentes, demuestran que poseen armas modernas y constituyen una amenaza para Arabia Saudita y, más particularmente, para sus instalaciones petroleras.
ANÁLISIS
Jerome Cartillier. Corresponsal de AFP en Riad
Entonces esta vez, ¿Trump va a atacar Irán?
El presidente Donald Trump enfrenta la encrucijada de si atacar Irán o no. En junio abortó la idea a último minuto, pero tras los ataques contra Arabia Saudita, que Washington atribuye a Teherán, Trump se enfrenta a una de las decisiones más importantes de su presidencia.
Una vez más, Trump está confrontado a un dilema que lo ha acompañado durante todo su mandato: su determinación a proyectar la imagen de un presidente fuerte, con tuits belicistas en mano, frente a su voluntad y sus promesas de campaña de pasar la página a la implicación de EEUU en Medio Oriente, que considera que tiene un costo demasiado alto.
La supuesta responsabilidad de Teherán en el ataque contra dos instalaciones petroleras sauditas del grupo Aramco sigue siendo objeto de debate. Irán calificó las acusaciones de “sin sentido”.
El inquilino de la Casa Blanca ha tenido un comportamiento ambiguo sobre el tema de Irán, lo que genera dudas sobre su estrategia en una cuestión sensible.