Cientos de miles de chilenos piden la renuncia de Piñera
EFE Y AFP
Cientos de miles de personas se echaron ayer a la calle para demostrar su rechazo al presidente de Chile, Sebastián Piñera, y dejar patente que la batería de reformas sociales que anunció en la víspera para apaciguar los ánimos no ha hecho sino avivar el descontento popular.
Si el objetivo de las protestas, que cumplieron ayer seis jornadas y dejan ya al menos 18 fallecidos, entre ellos un menor y cuatro ciudadanos extranjeros, era mostrar el enojo por las desigualdades sociales, ahora apunta cada vez más directamente contra el mandatario chileno.
Ni pedir perdón por una falta de mira hacia los problemas ciudadanos ni anunciar mejoras en las pensiones, los salarios y el precio de los medicamentos le sirve de momento a Piñera para convencer a estas alturas a una población cansada de promesas y huérfana de resultados.
Un hartazgo que se ha expresado con fuerza en la primera jornada de huelga general convocada para ayer y que ha sido secundada de forma masiva desde que se levantaron los numerosos toques de queda que rigieron en la pasada noche, como en otras anteriores, en ciudades, provincias y regiones enteras desde la frontera con Perú hasta el Cabo de Hornos.
La decisión constitucional del presidente de Chile, Sebastián Piñera, de sacar a la calle a los militares e imponer toque de queda revivió para muchos la pesadilla de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), un paralelo entre realidades distintas evocado a menudo en las redes sociales.
RECLAMAN RESPETO A LOS DDHH
El Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile (INDH) expresó al presidente Piñera su preocupación por las violaciones a los derechos humanos cometidas estos días de protestas.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó ayer el “excesivo uso de la fuerza” en la represión de las manifestaciones.
La CIDH indicó que, según el INDH, hasta el momento hay 376 heridos, de los cuales 173 recibieron impactos por disparos de arma de fuego.
El Ministerio de Defensa de Chile llamó al “servicio activo” a reservistas del Ejército, a cargo de la seguridad de Santiago y varias ciudades, tras el decreto de estado de emergencia que rige hace cinco días.