Vaticinan año crítico en la región
La inestabilidad, inesperados relevos ideológicos y la profundización del descontento social definirán el nuevo mapa político de América de este 2020, que se inicia con el reto de enfrentar la “resaca” del intenso calendario electoral del año pasado.
El desenlace de las elecciones en Argentina, Bolivia y Uruguay en 2019 “cambiaron drásticamente el mapa político”, dijo a Efe Mauricio Jaramillo, exasesor de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), quien considera que hoy en día en la región “no hay hegemonía, hay fragmentación”, incluso, “dentro del mismo progresismo hay muchas divisiones”.
Para Jaramillo, con la renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia el 10 de noviembre tras las elecciones del 20 de octubre que lo dieron como ganador para un cuarto mandato consecutivo en medio de denuncias de fraude, “se pierde uno de los referentes del progresismo latinoamericano”.
El analista, sin querer calificar la actuación de Morales —que “fue un Gobierno bueno y malo”— considera que Bolivia “había ganado una estabilidad y hoy está en la incertidumbre”.
“El caso de Argentina es importante porque demuestra que este ciclo progresista no estaba tan de capa caída, como se pensaba que estaba un poco la izquierda” latinoamericana, señala el también decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad del Rosario, sobre la vuelta del peronismo a la Presidencia de la mano de Alberto Fernández y con la exmandataria Cristina Fernández como vicepresidenta.
Con Tabaré Vázquez, Uruguay tenía un “perfil muy bajo” a diferencia del papel tan activo que tuvo José Mujica en la coyuntura regional. Para decano, la llegada a la Presidencia de Luis Lacalle Pou en marzo próximo supondrá cambios en la política exterior uruguaya pero “no se espera un cambio drástico” sobre la postura con Venezuela y otros temas de relevancia.
Hartazgo social
La sociedad latinoamericana “despertó” en 2019 y se movilizó contra las políticas sociales y económicas de sus Gobiernos, logrando en muchos casos que sus líderes replantearan las agendas de sus países, que estaban dominadas por temas regionales como la crisis venezolana, el bloqueo de EEUU a Cuba y los frecuentes “roces” entre izquierda y derecha.
“Las coyunturas en cada país han cobrado más relevancia sobre los temas regionales”, las personas “están cansadas de la desatención de sus Gobiernos” y “cada vez son más críticos con la forma cómo se han abordado crisis”, como la de los inmigrantes y la venezolana”, dijo el analista Carlos Hernández.
UNA REGIÓN DE BLOQUES VARIADOS
América siempre se ha caracterizado por ser una de las regiones con variopintos bloques o grupos regionales; sin embargo, algunos de éstos no pasan por el mejor momento y varios países han decidido tomar distancia por algunas de las posturas ideológicas que se han tomado en esos foros.
Es el caso de históricos como el Mercado Común del Sur, la Comunidad Andina, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión de Naciones Suramericanas, que se enfrentan ahora con nuevos bloques como la Alianza del Pacífico, el recientemente creado Prosur y el Grupo de Lima, que en un principio surgió para buscar una salida regional a la crisis venezolana.