Comicios del domingo ponen fin a crisis en Perú
Con las elecciones parlamentarias del próximo domingo, Perú cerrará su mayor crisis política e institucional desde el retorno de la democracia, fruto de una tensión irresoluble entre Congreso y Ejecutivo que fue de la mano de la devastadora lacra de corrupción que afecta a la clase política del país.
La escalada de cruces, amenazas, bloqueos, desplantes, presiones e intrigas entre un parlamento dominado por el fujimorismo y sus aliados de derecha y extrema derecha, y el Ejecutivo presidido por Martín Vizcarra llegó a su máxima expresión cuando, en un momento sin antecedentes, el mandatario decretó en septiembre la disolución del parlamento y la convocatoria de elecciones legislativas.
La nueva cámara que surja este domingo, una incógnita ante el altísimo índice de indecisos que señalan las encuestas, se espera que reconduzca la relación entre los poderes del Estado y deje de lado actitudes como las del Congreso disuelto, que no supo gestionar una apabullante mayoría parlamentaria en favor de la ciudadanía.
Elección dividida
De hecho, la crisis política nació con las elecciones generales de 2016, con la sorpresiva victoria por un puñado de votos del veterano economista Pedro Pablo Kuczynski sobre Keiko Fujimori, hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
Luego vino el escándalo Odebrecht, que involucró al presidente Kuczynski,que en marzo de 2018 fue obligado a dimitir y ceder la Presidencia al entonces oscuro vicepresidente Martín Vizcarrase reveló como un mandatario “pechador” y decidido, algo que la oposición no esperaba.
DE LA DISOLUCIÓN A LAS ELECCIONES
El 30 de septiembre, el Congreso se dispuso elegir a los nuevos miembros del TC, pese al aviso de Vizcarra de que iba a plantear una cuestión de confianza sobre ese asunto, por lo que el primer ministro Salvador del Solar acudió al Parlamento, donde se le denegó el acceso y cerraron las puertas a pesar de que la Constitución amparaba su derecho a hablar ante la cámara.
Ese día,Vizcarra disolvió el Congreso y quedó en claro el apoyo masivo de la población a la decisión de su Presidente, que poco después fue validada por el TC y hasta los opositores se embarcaron en una campaña electoral que ha despertado poco interés en los peruanos.