Sao Paulo, epicentro del Covid en Brasil, reabre bares y centros de belleza
Sao Paulo
Sao Paulo, la ciudad más populosa de Brasil y la más azotada por la pandemia del coronavirus, dio ayer un paso más en su plan de desescalada y reabrió sus bares, restaurantes y salones de belleza.
La capital paulista y su zona metropolitana avanzaron a la tercera fase de flexibilización de las medidas de aislamiento social, después de permanecer durante quince días en la segunda fase de la desescalada, que permitió ya la reapertura de los comercios de calle y los centros comerciales.
Así, tras más de 100 días cerrados al público, ayer reabrieron los bares, restaurantes y centros de estética de la ciudad que, con sus más de 12 millones de habitantes, contabiliza 7.600 muertes por la Covid-19 y 281.000 casos de la enfermedad.
Con un llamado a la "cautela", el alcalde de Sao Paulo, Bruno Covas, alertó ayer de que esta nueva fase de flexibilización "no debe confundirse con la conmemoración del fin de la pandemia", que todavía "continúa en la ciudad".
Siguiendo los protocolos decretados por las autoridades municipales, los bares y restaurantes de Sao Paulo volvieron a abrir sus puertas, pero lo hicieron con una serie de restricciones y un horario de funcionamiento limitado.
Además, los establecimientos tan solo podrán operar con el 40 por ciento de su capacidad, evitando aglomeraciones y garantizando el uso de máscaras tanto para los clientes como los funcionarios.
Junto con los bares y los restaurantes, ayer también subieron las persianas los salones de belleza de la capital paulista, siguiendo varias medidas de prevención, como la obligatoriedad de dejar un margen de tiempo entre la atención de varios clientes.
Dentro de esta tercera fase, también está prevista en las próximas semanas la reapertura de gimnasios, teatros, cines y salas de espectáculos.
Mientras el país sigue pendiente de la desescalada, el gigante suramericano ya suma más de 65.000 muertos y 1,6 millones de contagios por el nuevo coronavirus, una enfermedad que llegó a ser calificada de "gripecita" por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, uno de los más escépticos sobre la gravedad de la enfermedad.
El país apuesta ahora por la vacuna contra el coronavirus y tiene entre manos los ensayos de dos de ellas, una desarrollada por la Universidad de Oxford y la otra por el laboratorio chino Sinovac.