Presidente Vizcarra se salva de ser destituido por el Congreso peruano
Lima |
El pleno del Congreso de Perú rechazó anoche un pedido de destitución (vacancia) presentado contra el presidente del país, Martín Vizcarra, por sus aparentes intentos de ocultar un caso menor de supuesta corrupción.
Tras un debate parlamentario de 10 horas, en el que mandatario presentó sus descargos al inicio, apenas 32 legisladores votaron a favor de la destitución, 78 en contra y 15 se abstuvieron, por lo que la moción fue archivada.
Los adversarios de Vizcarra necesitaban 87 votos, de un total de 130, para cesar al popular gobernante.
"No ha sido aprobado el pedido de vacancia, en consecuencia, pasa al archivo", declaró tras la votación el jefe del Congreso, el opositor Manuel Merino, quien habría asumido el poder si hubiese prosperado el juicio contra Vizcarra, que él promovió.
Vizcarra acudió al Congreso para hacer sus descargos -aunque no estaba obligado por ley- junto a su abogado, Roberto Pereira.
"No me corro, no lo he hecho antes y no lo voy a hacer ahora", anunció Vizcarra al iniciar sus descargos. Luego se retiró del Congreso para dejar a su abogado hacer uso de la palabra.
"Planteo que se desestime el pedido de vacancia por la causal de incapacidad moral. Es evidente que esta moción adolece de una mínima elemental tipificación de los hechos", sostuvo Pereira en su alegato.
Antes de ello, el jefe del Congreso, Manuel Merino, pidió evitar gestos de intolerancia a Vizcarra, dirigiéndose a parte de sus colegas presentes. Aunque la mayoría seguía la audiencia por internet debido a medidas de bioseguridad por la pandemia.
El popular mandatario corría el riesgo de ser cesado por el Congreso a 10 meses del fin de su período y tener un destino parecido al de su predecesor, Pedro Pablo Kuczysnki (2016-2018), quien no pudo culminar su mandato al verse forzado a dimitir por presiones del Parlamento.
Vizcarra está acusado de instar a dos asesoras a mentir en una investigación sobre los contratos de un cantante, según unos audios filtrados hace ocho días. Esto llevó al Congreso a abrirle un juicio de destitución por "incapacidad moral".
Durante el acalorado debate, que se prolongó por 10 horas después de iniciado, con una pausa al almuerzo, la parlamentaria conservadora María Teresa Céspedes dijo que apoyaba la moción de destitución porque "el presidente ha mentido a la población".
Mientras el Congreso debatía su futuro, Vizcarra viajó a la ciudad norteña de Trujillo, donde instó a los parlamentarios a que "piensen en las deficiencias de su región y trabajemos juntos para forjar el desarrollo".
"Hagámoslo por la gente, por los niños y jóvenes que nos reclaman responsabilidad y nos exigen a los políticos que dejemos de pelear y pensemos que el Perú es primero", acotó Vizcarra.
Si el presidente era cesado, tomaría las riendas del país el jefe del Congreso, un político de bajo perfil casi desconocido para los peruanos.
"La rapidez con la que se ha hecho este proceso refleja una crisis de las instituciones, que desprestigia más ante la gente el sistema democrático", dijo a la AFP el analista político Augusto Álvarez Rodrich.