Trump y Biden se lanzan “dardos” para convencer a los latinos de Florida
Miami y Washington |
"Títere del castrochavismo" y amenaza para la salud de millones de personas son algunos de los "dardos" que el presidente de EEUU, Donald Trump, y el candidato demócrata, Joe Biden, se están lanzando mutuamente para intentar ganarse al electorado latino de Florida.
En coincidencia con un acto de Trump con líderes latinos en Doral (Miami-Dade), los equipos de campaña de los dos principales partidos publicaron ayer las razones por las que los hispanos no deberían votar por el respectivo rival en este estado que suele ser decisivo para el resultado final de las elecciones.
Según la web RealClearPolitics, Biden lleva la delantera en las encuestas nacionales, con un promedio de 6,5 puntos de ventaja sobre Trump, pero en Florida están prácticamente empatados.
Sin embargo, entre los latinos de Florida Biden cuenta con una ventaja en intención de voto de 14 puntos, según una encuesta de St. Pete Polls publicada esta semana.
Estas son algunas de las acusaciones mutuas de ambos candidatos de cara a las elecciones en Florida:
De Trump a Biden
Joe Biden ha demostrado ser "un títere de los castrochavistas que controlan el Partido Demócrata".
Biden se ha comprometido a ser "uno de presidentes más progresistas de la Historia de Estados Unidos. Los hispanos saben exactamente lo que significa ser progresista (escrito en español)" y no queremos esa "ideología basura" en EEUU.
Biden votó cinco veces en su etapa como senador para acabar con la lucha "contra" el Gobierno sandinista en Nicaragua en los años 80.
En 1996 votó para minar la industria farmacéutica de Puerto Rico y llevar así miles de empleos de la isla a China.
En 2015 "elogió" al "brutal dictador" venezolano Nicolás Maduro, con quien se reunió ese año como vicepresidente.
Su candidatura ha sido respaldada por el socialista colombiano Gustavo Petro, exguerrillero del M-19.
Ha prometido regresar a la fracasada política de concesiones unilaterales a la "dictadura comunista" de Cuba.
Sus lazos con legisladores "castrochavistas" como Bernie Sanders, Alexandria Ocasio-Cortez y Karen Bass son "un insulto para millones de hispanos y lo deberían descalificar para la Presidencia".
De Biden a Trump
Trump está luchando para acabar con la ley de Cuidado Asequible de la Salud (Obamacare), lo que dejaría sin protección a las personas con problemas de salud anteriores y a millones de floridanos sin seguro médico.
Trump ha dicho que el nuevo coronavirus afecta "prácticamente a nadie", pero más de 200.000 estadounidenses, entre ellos 13.700 floridanos, han muerto en los últimos seis meses por la Covid-19.
Trump miente continuamente a los estadounidenses acerca de la severidad de la pandemia y en privado dice que es "material letal".
Ahora se sabe que antes de prometer que no hará negocios con Cuba hasta que ese país sea "libre", Trump trató de registrar sus marcas de hoteles, casino y campos de golf en Cuba.
Capilla ardiente para Ginsburg en el Capitolio
La difunta jueza de la Corte Suprema de EEUU, Ruth Bader Ginsburg, un icono feminista, yace en capilla ardiente en el Capitolio de Washington, donde volvió a hacer historia al convertirse en la primera mujer en recibir este homenaje reservado a dignatarios.
Cubierto con la bandera estadounidense, el ataúd de la jueza fallecida hace una semana fue transportado desde la Corte Suprema hasta la Rotonda del Capitolio, donde la nación da el último adiós a ciudadanos prominentes.
Allí asistieron los parientes de Ginsburg, legisladores y otras personalidades, entre ellos el aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, acompañado de su esposa, Jill, y de su compañera de fórmula para las presidenciales del 3 de noviembre, Kamala Harris.
Tras una breve ceremonia, los asistentes, la mayoría usando mascarillas por la pandemia, se pusieron las manos en el corazón mientras una guardia de honor colocaba el ataúd sobre un soporte de madera cubierto con una cinta negra.
Ese armazón, conocido como catafalco, es el mismo que sostuvo los restos del presidente Abraham Lincoln después de su asesinato en 1865.
Ginsburg, quien murió el 18 de septiembre a los 87 años, fue apenas la segunda mujer en integrar el máximo tribunal de justicia de EEUU y se hizo famosa por su férrea lucha contra la discriminación.
La mayoría de los legisladores presentes eran mujeres demócratas, aunque algunos republicanos también fueron a presentar sus respetos, incluido el número dos de los republicanos en la Cámara de Representantes, Steve Scalise.