Biden impulsa la unidad nacional a 48 horas de asumir la presidencia de EEUU
Washington y Nueva York |
A dos días de convertirse en el 46º presidente de EEUU, Joe Biden impulsó ayer la unidad nacional con tareas de voluntariado, mientras el saliente Donald Trump sigue atrincherado en la Casa Blanca en una capital repleta de tropas y barreras de seguridad.
"El servicio es una forma adecuada de comenzar a sanar, unir y reconstruir este país que amamos", dijo Biden en un video en Twitter.
Pero este gesto del demócrata de 78 años, que simboliza sus pedidos de reconciliación tras cuatro años de polarización política, se enfrenta a la dura realidad de múltiples crisis.
Y tras el rechazo de Trump de aceptar su derrota electoral en noviembre, la nación está más dividida y crispada que nunca.
Cuando Biden preste juramento el miércoles al mediodía, en una plataforma en la fachada oeste del Capitolio, hasta 25.000 efectivos de la Guardia Nacional patrullarán la ciudad.
La enorme explanada del "National Mall", donde los estadounidenses suelen acudir en masa para asistir a la ceremonia cada cuatro años, también estará cerrada.
Los puestos de control y las grandes zonas de acceso bloqueado significan que solo habrá unos pocos invitados. Medidas similares se implementaron en los Capitolios estatales de todo el país, donde las autoridades locales temen provocaciones de grupos de derecha.
Casi 70 manifestantes han sido acusados de participar en el asalto al Capitolio y cientos de personas están siendo investigadas, entre ellas, legisladores y exmiembros o miembros activos de la policía.
Verifican antecedentes de militares
Para garantizar que la propia Guardia Nacional no suponga un riesgo para la seguridad, el FBI dijo que está verificando los antecedentes de los reservistas.
"Queremos asegurarnos de que tenemos a las personas adecuadas en la burbuja", dijo a Fox News el general William Walker, jefe de la Guardia Nacional de Washington.
En tanto, El secretario del Ejército de Tierra Ryan McCarthy ha reconocido que los oficiales son conscientes de "la amenaza potencial" y han sido prevenidos para vigilar cualquier posible "conexión extremista" en las tropas.
Al menos dos soldados de la Guardia Nacional figuran entre los detenidos por su participación en el asalto al Capitolio del 6 de enero.
Algunos de los grupos de ultraderecha vinculados con el asalto, como los “Oath Keepers” o los “Three Percenters”, cuentan con una nutrida representación de soldados, veteranos y agentes de policía en sus filas.
El FBI está llevando a cabo una somera revisión de las fichas de todos los soldados destinados a Washington, así como de las bases de datos con investigaciones relacionadas con asociaciones extremistas y terrorismo doméstico, según informó David Gómez, supervisor de la Agencia Federal de Investigación en Seattle.
"Estamos revisando continuamente el proceso y examinando por segunda y tercera vez a cada uno de los soldados que participan en esta operación", declaró Ryan McCarthy a la agencia AFP, al término de un ensayo general para la ceremonia celebrado el domingo en Virginia.