Biden inicia su presidencia con decretos que deshacen el legado de Trump
Washingron |
El nuevo presidente de EEUU, Joe Biden, dio ayer un giro de timón a la política de su antecesor Donald Trump, firmando un paquete de órdenes ejecutivas para reforzar la respuesta sanitaria y económica a la emergencia de salud, al tema migratorio y el reingreso a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Biden prometió ayer una movilización como "en tiempos de guerra" para hacer frente al Covid-19, anunciando un endurecimiento de las normas sobre el uso de mascarilla y una cuarentena obligatoria para los viajeros que entren al país.
El mandatario demócrata dedicó su primera jornada de gobierno a su prioridad más urgente, la lucha contra la pandemia, en el país con más muertos por el coronavirus.
Al firmar una serie de decretos, Biden anunció que "aquellos que viajen a EEUU desde otro país deberán realizarse una prueba antes de subirse al avión y realizar una cuarentena cuando lleguen".
La exigencia de una prueba ya había sido ordenada por el gobierno anterior, pero el aislamiento era sólo una recomendación.
Biden explicó que esta medida se debe a las nuevas cepas del virus detectadas en otros países, en un momento en que en EEUU hay más de 400.000 muertos por la pandemia, una cifra que supera la cantidad de soldados estadounidenses fallecidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Un gesto para la OMS
La nueva administración estadounidense se reincorporó ayer a la OMS, garantizando su apoyo y elogiando el papel de su secretario general en la lucha contra la pandemia, un giro de 180 grados respecto de la política del expresidente Trump.
Menos de 24 horas después de su investidura, el presidente Biden hizo intervenir al inmunólogo Anthony Fauci en una reunión del consejo ejecutivo de la organización, marcando distancias con su predecesor, que había minimizado reiteradamente la gravedad de la pandemia y renegado de la OMS, calificándola de "marioneta" en manos de China.
En su discurso, Fauci, que formaba parte de la célula de crisis durante el mandato de Trump y que fue nombrado consejero por Biden, anunció que EEUU "tiene la intención de honrar sus obligaciones financieras con la organización que dirige “un estimado amigo", aludiendo al jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Tedros mantuvo una conversación con la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris ayer.
"Les agradecí, tanto a ella como al presidente Joe Biden, su compromiso en favor de la OMS y de la salud mundial", tuiteó.
Biden también espera convencer a los congresistas republicanos de que aprueben un nuevo paquete de alivio de 1,9 billones de dólares destinado a amortiguar los efectos de la pandemia en la economía.
El plan incluye cheques para las familias, fondos para reabrir escuelas, dinero para agilizar pruebas y vacunas, liquidez para pequeñas empresas y más ayuda alimentaria.
Primera confirmación
Biden también está esperanzado en que los legisladores den luz verde a un cambio radical en la política migratoria, piedra angular del mandato de su predecesor.
Tras haber anulado el miércoles un decreto que prohibía el ingreso a EEUU a ciudadanos de países predominantemente musulmanes, y haber suspendido la construcción del muro en la frontera con México, el mandatario espera que el Congreso apruebe un ambicioso proyecto migratorio.
Los congresistas republicanos deben aprobar un paquete de 1,9 billones de dólares para la pandemia.
Este texto proporciona una "vía hacia la naturalización" para los más de 10 millones de inmigrantes en situación irregular que viven en Estados Unidos, con plazos y condiciones.
Señal de que los tiempos están cambiando, el exlíder del Senado, el republicano Mitch McConnell -que ahora dirige una bancada de minoría- prometió trabajar con Biden "siempre que sea posible".
La Cámara Alta confirmó por una amplia mayoría el nombramiento de Avril Haines, exnúmero dos de la CIA, como directora de Inteligencia.
Está previsto que el Congreso continúe con el proceso de confirmación del gabinete de Biden, incluido el de Antony Blinken como jefe de la diplomacia estadounidense.
A nivel de política exterior, algunos aliados y socios de EEUU celebraron ya la llegada del nuevo presidente. Así lo hizo la canciller alemana, Angela Merkel, quien aseguró ayer que hay posibilidades para una cooperación "más amplia" con Biden que con Trump, pese a los puntos de fricción persistentes, especialmente sobre el controvertido proyecto del gasoducto ruso Nord Stream 2.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, será el primer dirigente extranjero que conversará con Biden. El diálogo debería versar especialmente sobre el proyecto de oleoducto Keystone, apoyado por Canadá, pero que Biden prometió suspender durante su campaña.
Tratado New Start con Rusia
El presidente Biden propuso ayer extender por cinco años el tratado New Start con Rusia, el último pacto nuclear vigente entre ambos países.
El tratado, que ha limitado a 1.550 el número de ojivas nucleares de las dos potencias, expira el 5 de febrero y no había podido ser renovado luego de que las conversaciones se estancaran bajo el gobierno de Trump.
"Estados Unidos pretende buscar una extensión por cinco años del New Start, como el tratado permite", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
"Esta extensión tiene incluso más sentido cuando la relación con Rusia es tan adversa como lo es en este momento", añadió.
Trump intentó infructuosamente de ampliar el tratado New Start para incluir a China, cuyo programa nuclear está en crecimiento, pero sigue siendo mucho más pequeño que los de EEUU y Rusia.