Retraso en entrega de vacunas preocupa a autoridades de diversas latitudes
Madrid y Londres |
Desde que Pfizer y BioNTech advirtieron sobre un posible retraso en los próximos cargamentos de vacunas debido a un descenso en la capacidad de producción de su planta en Puurs (Bélgica) que duraría “de tres a cuatro semanas”, ahora varios países enfrentan la falta de dosis.
La Comunidad de Madrid anunció ayer que dejará de vacunar a los médicos y enfermeros ante la falta de las vacunas.
El Ejecutivo, por medio de Isabel Díaz Ayuso informó ayer que la falta de dosis ha obligado a alterar el calendario, suspendiendo la vacunación del personal sanitario de los hospitales, que arrancó el pasado 9 de enero.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, durante su comparecencia ante el pleno de la Asamblea de Madrid, informó de esta circunstancia, provocada, según dijo, por la "discriminación" y al "mal hacer" del Ministerio de Sanidad.
Por otra parte, las autoridades de Austria que ya son criticadas por la lentitud en el proceso de vacunación, y el nuevo retraso no ayudará a calmar los ánimos de la población. El país tiene en este momento un 20 por ciento menos de vacunas de lo que se esperaba para enero.
“Tenemos que adaptar nuestra estrategia. Para nosotros, cada semana cuenta”, dijo el canciller austriaco, Sebastian Kurz. El gobierno espera que el ritmo de vacunación se recupere en febrero.
Alemania presionó a la farmacéutica estadounidense para que cumpla “con los plazos y las cantidades acordadas”. El ministro de Salud alemán, Jens Spahn, lamentó el “muy corto plazo” en el que avisaron sobre el retraso, señalando que los gobiernos necesitan “previsibilidad”.
En Italia, la campaña de vacunación contra el coronavirus iniciada el pasado 27 de diciembre también sufrirá importantes retrasos esta semana por la demora de la farmacéutica en la entrega de la vacuna.
Según el diario italiano La Stampa, hasta el lunes sólo habían llegado al país 48.000 de las 397.000 dosis previstas para la semana. Este martes debían llegar 53.820 y este miércoles las 294.840 dosis restantes.
El mismo problema se vive en América Latina. El subsecretario de Salud de México, Hugo López-Gatell, anunció ayer que la primera fase de vacunación de personal sanitario se retrasaría hasta el 15 de febrero.
La razón que entregó fue que la farmacéutica Pfizer enviará la mitad los lotes previstos para este mes, debido a unas obras de ampliación que están llevando a cabo en su planta de Bélgica, con las que pretenden cuadruplicar su producción para satisfacer la alta demanda del fármaco.
La autoridad señaló que los cargamentos que iban a ser entregados el 25 de enero y el 2 y 9 de febrero, serán entregados el 15 de febrero, admitiendo que “hay personal que deberá esperar 28 días para la segunda dosis”.
Para garantizar el acceso a las inyecciones pese a los retrasos de Pfizer, Argentina enviará a México el activo para producir cerca de un millón de dosis de la vacuna de AstraZeneca, que llegará hoy. La ventaja de esta alternativa es que no sólo es más barata, sino también más fácil de almacenar y transportar que la fabricada por Pfizer.
Pfizer y BioNTech señalaron que “aunque esto afectará temporalmente los envíos de fines de enero hasta principios de febrero, permitirá un aumento significativo en las dosis disponibles para los pacientes a fines de febrero y marzo”.
El retraso afectará a todos los pedidos de Pfizer, a excepción de EEUU, ya que el mercado estadounidense es abastecido por la planta de fabricación ubicada en Kalamazoo, Michigan.