Dan pie a transición en Perú, pero Castillo no revela aún su gabinete
El presidente electo de Perú, Pedro Castillo, pisó ayer por primera vez el Palacio de Gobierno de Lima para reunirse con el actual presidente interino, Francisco Sagasti, e iniciar el traspaso de poderes con miras al 28 de julio, día del bicentenario nacional en que asumirá la jefatura del Estado.
Tras esperar pacientemente mes y medio para que se resolvieran y rechazaran todas las impugnaciones presentadas por la derechista Keiko Fujimori, que tras perder los comicios denunció sin pruebas fehacientes un “fraude” electoral, Castillo y su equipo tienen una semana escasa para organizar la transferencia del poder ejecutivo.
El electo mandatario llegó a su cita con Sagasti sin desvelar todavía los nombres de los ministros que compondrán su primer gabinete, su secreto mejor guardado y el principal tema de debate en los días previos a su asunción presidencial.
Sin desprenderse de su característico y ya simbólico sombrero chotano, elemento tradicional de los campesinos de la norteña región andina de Cajamarca, el profesor rural fue recibido en el estacionamiento del Palacio de Gobierno por Sagasti, quien le mostró algunas dependencias del edificio antes de mantener su reunión.
Además del proceso de transferencia, Castillo y Sagasti también trataron diversos temas de interés nacional, según informó la Presidencia de Perú en redes sociales sin precisar qué asuntos en concreto fueron tratados.
En el encuentro, que se prolongó por más de dos horas, también participó la primera ministra, Violeta Bermúdez, y la vicepresidenta electa, Dina Boluarte, quien ha sido designada por Castillo como la jefa de su equipo para dirigir el traspaso de carteras.
A su salida, el gobernante electo evitó realizar declaraciones a los periodistas congregados a las afueras de la sede del Ejecutivo.
Bermúdez admitió que “lo óptimo” hubiera sido tener más tiempo para el proceso de transferencia, pero consideró que “toda la ciudadanía tiene que estar tranquila”.
“Quiero asegurarles que el aparato público del Poder Ejecutivo es muy sólido. Tenemos un grupo muy importante de servidores y servidoras públicas que son los que gestionan el Estado. No debe de haber ninguna preocupación porque los servicios no van a parar”, comentó.
Bandera gigante sobre una montaña
Una bandera peruana gigante de 4 mil metros cuadrados lució sus colores rojo y blanco sobre el Huascarán, la montaña más alta de Perú, para conmemorar el bicentenario de la independencia del país, que se celebrará este 28 julio.
Con 200 metros de largo, 20 de ancho y un peso de más de 300 kilos, el enorme símbolo nacional fue trasladado a cuestas por 25 guías de montaña, en la expedición “Bandera del Bicentenario”, liderada por el montañero peruano Víctor Rímac.
“Fue un éxito porque la montaña es muy grande y técnica, y no podía dejar de contar con los mejores, que son los guías de montaña”, explicó ayer Rímac en declaraciones a la Agencia Efe tras descender de la montaña.
Pese a que el objetivo era alcanzar la cumbre del Huascarán, ubicada a 6.768 metros, la climatología adversa sólo permitió llevar la bandera hasta los 5.400 metros sobre el nivel del mar.
También fue un reto extender la bandera, ya que el fuerte viento que soplaba a esa altitud dificultó su labor.