El profesor Pedro Castillo promete transformar un Perú fracturado
Perú abrió ayer un nuevo ciclo histórico con la asunción del presidente Pedro Castillo, la primera vez en sus 200 años de historia republicana, que se cumplen en esta misma jornada, en que el país “será gobernado por un campesino”.
El profesor rural insistió en sus promesas de mayor gasto público e intervención estatal en la economía, pero reafirmó también la defensa estricta de la propiedad privada y mantuvo su propuesta de formular una nueva Constitución sin romper de la legalidad de la vigente.
“Juro por Dios, por mi familia, por mis hermanas y hermanos peruanos, campesinos, pueblos originarios, ronderos, pescadores, docentes, profesionales, niños, jóvenes y mujeres, que ejerceré el cargo de presidente de la República por el periodo 2021-2016. Juro por los pueblos del Perú, por un país sin corrupción y por una nueva Constitución”, afirmó el presidente en su juramento.
Tras afirmar que Perú no puede estar “condenado a seguir prisionero” de la Constitución promulgada en 1993 por el entonces presidente Alberto Fujimori, Castillo anunció que “presentaremos ante el Congreso un proyecto ley para reformarla que, tras ser debatido por el Parlamento, esperamos que sea aprobado y luego ser sometido a referéndum popular”.
La propuesta de campaña de Castillo de cambiar la Constitución vigente, que privilegia el liberalismo económico, fue rechazada por su rival en el balotaje del 6 de junio, la candidata derechista Keiko Fujimori, hija del expresidente, y por otros adversarios políticos.
“Insistiremos en esta propuesta, pero dentro del marco legal que la Constitución proporciona. Tendremos que conciliar posiciones con el Congreso”, indicó Castillo, cuyo partido Perú Libre tiene sólo 37 de los 130 escaños.
“Castillo propone el camino chileno para la constituyente. Un pacto con el Congreso que genere una reforma”, tuiteó el analista político Juan de la Puente.
Vestido con traje andino negro con bordados y su clásico sombrero blanco de copa alta de su natal Cajamarca (norte), Castillo caminó al Parlamento de la mano de su esposa, Lilia Paredes, desde el Palacio de Torre Tagle, la sede de la cancillería, distante a cuatro cuadras.
En su primer discurso anunció además que no dirigirá al país desde el Palacio de Pizarro, la casa de gobierno, pues planea convertirlo en un museo, y que al término de su mandato retomará sus “labores docentes de siempre”.
“No gobernaré desde la Casa de Pizarro, porque creo que tenemos que romper con los símbolos coloniales. Cederemos este Palacio al nuevo Ministerio de las Culturas para que sea usado como un museo que muestre nuestra historia”, dijo.
“Durante la campaña electoral se dijo que vamos a expropiar. Es totalmente falso orden”, declaró en otra parte de su mensaje, aunque afirmó que busca un “nuevo pacto con los inversores privados”.
Servicio militar
Castillo anunció ayer en su primer discurso a esa nación que los jóvenes “que no estudian ni trabajan deberán acudir al servicio militar” y que su gestión expandirá y fortalecerá el sistema de rondas campesinas para luchar contra la inseguridad ciudadana.
El nuevo jefe de Estado reveló en su primer mensaje ante el Congreso que su Gobierno instará a los jóvenes que ni trabajan ni estudian, conocidos como ninis, a acudir al servicio militar nacional, además de impulsar un programa que promueva el ingreso al servicio militar voluntario.
Lo aseveró luego de manifestar que “la seguridad ciudadana es uno de los problemas más sentidos por la población” y que “no es suficiente” la labor de la Policía Nacional en la lucha contra “este mal” que azota a Perú, donde “siguen campeando las pandillas, las bandas y los robos callejeros”.
Ante este escenario, y a fin de “acceder a una más eficiente seguridad pública”, Castillo prometió también “expandir” y “fortalecer” las rondas campesinas, las milicias rurales de las que el mandatario formó parte, e incluirlas en el sistema nacional de seguridad ciudadana.
“Nos proponemos convocar a toda la población a conformar (las rondas) donde no existen e incluirlas en el sistema nacional de seguridad ciudadana en los niveles regionales y locales correspondientes”, declaró el maestro rural.
Misterio
Por otra parte, Castillo mantiene el misterio sobre la composición del nuevo Gobierno al no revelar los nombres de los ministros durante su primer discurso como jefe de Estado y postergar dos días más el juramento del Ejecutivo.
Esta situación resulta inédita en comparación a sus predecesores, en cuyos casos era común que se conocieran los nombres de los ministros que integrarían su primer gabinete antes incluso de la investidura y que, justo después de esta, tomara el juramento a los nuevos titulares de las carteras.
Pese a que con Castillo estaba programado de la misma forma, en un acto que se iba a celebrar ayer por la tarde en el Teatro Nacional de Lima, el nuevo mandatario peruano decidió postergar un día la jura del primer ministro y dos días la del resto de ministros.
Con traje similar al de Evo Morales
Por primera vez en la historia, un mandatario peruano juró el cargo con un sombrero chotano, el típico de la región de Cajamarca que Castillo ha hecho parte de su estilo.
Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la ropa que eligió para la ocasión: un traje azul con motivos indígenas bordados y camisa sin cuello, similar al que usa tradicionalmente Evo Morales y que han utilizado también otros mandatarios de izquierda como Rafael Correa, Luiz Inácio Lula da Silva o Nicolás Maduro.
La prensa peruana destacó la similitud de la indumentaria con el tradicional liqui liqui, el traje típico de Venezuela.