Cientos de mineros protestan en Sarajevo contra planes de limitar el carbón
Cientos de mineros se manifestaron hoy en Sarajevo en contra de los planes para reducir la producción de carbón con el fin de frenar el calentamiento del planeta, al tiempo que reivindican mejoras de sus condiciones laborales, entre ellas un aumento salarial.
Reunidos frente al edificio del Gobierno autonómico en Sarajevo, los manifestantes encendieron un centenar de antorchas mientras gritaban "ladrones" o "fuera".
Según la emisora TV Sarajevo, que transmite en directo la protesta, los empleados de las siete minas de carbón de la Federación bosnia, el ente bosnio común de musulmanes y croatas -que junto con el serbio forma el Estado de Bosnia-Herzegovina- aseguran que no regresarán al trabajo hasta que se cumplan sus exigencias.
La producción en las minas de la compañía pública Elektroprivreda BiH fue parada esta mañana en apoyo a los manifestantes.
"Esta desobediencia no es simbólica, y no depende de nosotros cuánto durará. Depende de las autoridades de la Federación, de los directores de las minas y de Elektroprivreda", declaró en la protesta Sinan Husic, presidente del Sindicato de mineros.
"Que ellos excaven por poco dinero cuanto (carbón) necesitan, nosotros no queremos (seguir trabajando por poco dinero)", añadió.
La manifestación transcurre sin incidentes y entre amenazas de los mineros de que se les sumarían sus familias si no ven soluciones a los problemas que plantean.
Los mineros exigen el aumento del sueldo mínimo a unos 500 euros -desde los actuales 430- y garantías de que no habrá reducciones por un tercio de sus modestos salarios, ni despidos de varios cientos de mineros, como aseguran que prevén unos planes de reforma.
Éstas son parte de un programa a largo plazo para reducir la producción del carbón y con ello las emisiones de CO2, de efecto invernadero.
El país balcánico ya se retrasa en el cumplimiento de los compromisos para ajustarse a las normativas de la Unión Europea (UE) en la lucha contra el cambio climático.
Bosnia-Herzegovina, donde el 70 % de la producción total de electricidad proviene de plantas de carbón, afronta el reto de lograr la transición a energías renovables, con un plazo hasta 2050 para cerrar sus últimas centrales de carbón.