Juan Manuel Santos: “No pudieron hacer trizas el acuerdo, aunque lo quisieron”
Lombo y González
El 24 de noviembre de 2016, hace cinco años, el entonces presidente, Juan Manuel Santos, y Rodrigo Londoño, conocido en la guerra como Timochenko, firmaron en el Teatro Colón lo que se conoció como el nuevo acuerdo de paz. Aunque con estas dos rúbricas se ponía fin a un conflicto de más de 50 años entre el Estado y las Farc, la alegría no era la misma a la del 26 de septiembre, cuando en Cartagena, en una fastuosa ceremonia, se firmó el acuerdo final. La derrota en el plebiscito y la renegociación, lo que incluyó adoptar 48 de las 50 reformas propuestas por el uribismo y los líderes del No, hizo que la jornada no tuviera el optimismo esperado.
Cinco años después de este encuentro, con un gobierno uribista y unas elecciones presidenciales a menos de seis meses, la situación es muy diferente a la de esa jornada. La implementación, para muchos, va a media marcha y más de 300 exmiembros de las FARC han sido asesinados desde la ceremonia en el Colón hasta hoy. En este complejo panorama, el expresidente Santos habló sobre el proceso de paz que dejó, la aplicación de este y su visión sobre lo que ha hecho su sucesor en sus tres años de gobierno. Aunque reconoce que son muchas las deudas frente a lo que está en el papel, celebró el nuevo impulso que desde el Ejecutivo se le ha dado al acuerdo en los últimos días.
—A cinco años del Acuerdo de Paz, ¿cuál cree que es el balance?
—A los cinco años la mayoría de los acuerdos de paz que se han firmado han fracasado. El hecho de que este siga avanzando es de por sí un gran logro. Yo diría que el que más del 95 por ciento de los exguerrilleros sigan en el proceso es un logro muy importante. Es un porcentaje mucho más alto que cualquier acuerdo del pasado reciente. Uno coge el sistema de justicia, que es el sistema vertebral del Acuerdo en cuanto a los derechos de las víctimas, y ve que la JEP ya tiene siete macrocasos con más de mil comparecientes. La Comisión de la Verdad ha escuchado a más de 25 mil personas y eso nunca había sucedido con otro acuerdo de paz. El reconocimiento internacional también. Voy a dar un dato. El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado por unanimidad más resoluciones apoyando el acuerdo de paz en Colombia que cualquier otro evento desde que se creó. El logro de haber recogido semejante apoyo y la cantidad de vidas que se han salvado por terminar la guerra es una causa muy importante para celebrar.
—¿Y lo que falta?
—Yo diría que lo más grave es la parte de seguridad. Los asesinatos de los excombatientes, que van en más de 300. También está la seguridad de los líderes sociales, que de una u otra forma tienen que ver con la implementación de los acuerdos. O sea, ahí el Estado ha fallado. La no implementación del punto número uno, el de la reforma rural integral, que para mí es muy importante. Es una deuda que tiene Colombia con el campo y los campesinos desde hace 200 años. Lo que ha sucedido con el retroceso en el punto cuatro, en la lucha contra las drogas, con la sustitución voluntaria. Eso comenzó muy bien, pero se suspendió y ahora hay retrasos ahí. Y falta la implementación de aspectos muy importantes como los capítulos que tienen que ver con las etnias, el género y la reforma política.
—A usted le han criticado que firmó el Acuerdo, hasta recibió el Nobel, pero hubo poca implementación en su gobierno, ¿es así?
—Yo me arrepiento de no haber negociado los cinco puntos de la agenda de forma simultánea sino de forma secuencial. Eso demoró mucho la terminación de las negociaciones. Me quedó muy poco tiempo para poder implementar dentro de mi gobierno muchas de las cosas que me hubiera gustado implementar. Me hubiera gustado que el siguiente gobierno hubiera seguido con ese ímpetu y énfasis, pero todos sabemos por qué no lo hicieron, pero efectivamente tuve poco tiempo de implementar.
—¿No siente que se está haciendo trizas o se hizo trizas el Acuerdo?
—No pudieron hacer trizas el acuerdo aunque lo quisieron. Este es un tren que quisieron descarrilarlo y detenerlo, pero el tren cinco años después sigue y sigue avanzando. Está blindado jurídicamente y la comunidad internacional mantiene su apoyo con entusiasmo. De manera que no pudieron.
—¿Les reclama a los antiguos aliados del Congreso haberse alejado del proceso de paz y de la implementación?
—Yo diría que el Congreso se lavó las manos con el acuerdo y no estaba tan interesado. Varios de los que aprobaron los acuerdos después no aprobaron la jurisdicción agraria y no aprobaron con entusiasmo las circunscripciones de paz para las víctimas en zonas de conflicto.
SANTOS DICE QUE DUQUE SE MONTÓ AL TREN DEL ACUERDO
REDACCION CENTRAL
El expresidente Juan Manuel Santos dijo estar contento porque el Gobierno, en concreto el presidente Duque, ahora se montó en el tren del acuerdo y está diciendo que hizo más que el gobierno anterior para implementarlo.
“Bienvenido, me llena de satisfacción lo que está diciendo. Yo sería la persona más contenta y satisfecha si eso se concretara en hechos. De manera que esa voluntad es un paso importantísimo, por ejemplo la firma que hizo con el fiscal de la CPI para apoyar a la JEP. Aplaudo que por fin el presidente Duque se convenció de que esto es lo mejor que le puede pasar a él y al país”, sostuvo.
Consultado sobre que tan lejos de la reconciliación y construcción de verdad, que es el corazón de ese acuerdo, Santos señaló “que la verdad duele muchas veces y es difícil de aceptar, pero es una catarsis por la que tenemos que pasar los colombianos”.
“La reconciliación puede tomar generaciones y es un proceso lento. Curar y sanar las heridas de 50 años de guerra no se hace de un día para otro. Hay que cambiar percepciones, odios y sed de venganza por sentimientos más positivos”.