Blinken logra frente unido con Europa en contra de Rusia
Antony Blinken ha estado coordinando el cierre de filas europeo antes de verse cara a cara hoy con Lavrov, en Ginebra, y en Berlín no ha encontrado ninguna resistencia.
El Secretario de Estado estadounidense ha encontrado en sus homólogos alemán, francés y británico, con los que ha mantenido una videoconferencia desde la capital alemana ayer, un entendimiento sin fisuras.
La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, ha endurecido, si cabe su discurso, al declarar tras la reunión con Blinken: “Exigimos a Rusia pasos urgentes de desescalada”, y volver a advertir que cualquier otra cosa conllevará “duras consecuencias económicas, financieras y también estratégicas”.
“Estados Unidos y los socios europeos actuarán con una sola voz sobre Rusia y Ucrania”, ha celebrado Blinken, como si con este triunfo hubiera superado ya una de las más serias dificultades, “cuando se trata de Rusia, nuestra unidad nos da la fuerza”.
Blinken sigue identificando como su primer objetivo “impedir más pasos de Rusia hacia Ucrania”, en aras de preservar una constelación de fuerzas que ha garantizado la seguridad de Europa desde la II Guerra Mundial.
“No podemos elegir el camino que tome Moscú, pero podemos dejar claras las graves consecuencias de esa elección”, ha dicho, “si cualquier fuerza rusa se mueve a través de la frontera de Ucrania se encontrará con una respuesta unida, severa y rápida”. Lo cierto es que la diplomacia europea considera la situación “de grave riesgo de conflicto” y que EEUU se prepara también para todos los escenarios.
Blinken y Lavrov se citan en Ginebra
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo estadounidense, Antony Blinken, celebran hoy un encuentro en Ginebra con el difícil objetivo de rebajar la alta tensión que se vive en torno a Ucrania, por el fuerte temor de Occidente de que Rusia invada ese país de un momento otro.
El Kremlin ha repetido una y otra vez que tal invasión es impensable, pero la importante presencia de tropas rusas en la frontera ucraniana, con unos 100 mil efectivos ya, y las nuevas maniobras militares anunciadas por Moscú para las próximas semanas han acrecentado el nerviosismo de Estados Unidos y de la OTAN.