Vladímir Vladímirovich Putin, el hombre que ha cambiado la historia de Rusia
Vladímir Putin ha cambiado desde hace 22 años la historia de Rusia. En el poder desde el 1 de enero de 2000, el exespía de el KGB ha puesto en marcha un camino para convertirse en el indiscutible líder de su país.
Abogado y político de profesión, Putin es el presidente de la Federación Rusa que más tiempo ha estado en el cargo desde la caída de la URSS, ya que lleva en el poder desde el año 2000. Además, en mayo de 2018 fue reelegido para un cuarto mandato de seis años más.
Humildes orígenes
Vladímir Putin, el mandatario de Rusia, nació el 7 de octubre de 1952 en Leningrado, ahora San Petersburgo.
Es hijo de un antiguo oficial de la Marina Soviética y de una trabajadora fabril, Putin ingresó en 1970 en la Facultad de Derecho de la Universidad Estatal de Leningrado, donde se graduó con honores con una tesis sobre la política de Estados Unidos en África.
En el KGB
Al finalizar su carrera en 1975, fue reclutado por el Comité para la Seguridad del Estado ruso (KGB), la agencia de inteligencia y policía secreta de la Unión Soviética, donde sirvió hasta renunciar en 1991.
Durante su estancia en el KGB, Putin fue enviado a Dresde, en la antigua República Democrática Alemana (RDA), aunque volvió a la URSS tras la caída del Muro de Berlín en 1989. Allí fue destinado a la Universidad Estatal de Leningrado como asesor de asuntos exteriores del rector, Stanislav Merkúriev, que fue quien le puso en contacto con quien se convertiría en su mentor político: Anatoli Sobchak.
Presidente
El 31 de diciembre de 1999, el entonces presidente de Rusia, Boris Yeltsin, renuncia de manera inesperada al mandato y Putin se convierte en presidente interino de la Federación Rusa, siendo después el presidente electo, en mayo de 2000, cargo que ejerce actualmente.
Tras su primer periodo como presidente (2000-2004), Putin aclaró sus intenciones de crear un poder más fuerte que el que se tenía antes.
Estableció que todos los sujetos federales de Rusia pasaban a estar bajo la jurisdicción de siete distritos federales que estaban designados por el presidente. Además, unificó las leyes de todo el país, viéndose obligadas las repúblicas de la Federación Rusa a modificar o suprimir las leyes locales que no estuvieran encaminadas con las federales.
En esa misma dirección, Putin limitó el poder y la influencia de los oligarcas, empezando por aquellos que controlaban las televisiones rusas, construyendo así “la vertical del poder”, un proceso que recuerda al centralismo democrático y fue criticado por suponer un retroceso en los logros democráticos de Rusia tras la disolución de la URSS.
Rehenes
Meses después de ser reelegido en su segundo mandato (2004-2008), el Presidente ruso tuvo que enfrentarse a la crisis de los rehenes de la escuela de Beslán, donde un grupo armado islámico invadió y retuvo a más de 1,100 rehenes.
Este suceso dio como resultado 380 muertes y Putin fue criticado contundentemente por las acciones de las autoridades rusas.
Reformas
El 12 de diciembre de 2004, el mandatario ruso promulgó la ley que eliminó la elección por sufragio universal de los jefes de las 89 entidades que componen la Federación Rusa, según informó el servicio de prensa del Kremlin.
A partir de ese momento, sería el propio jefe de Estado, Putin, quien designara a los dirigentes de las repúblicas, regiones, comarcas y ciudades con rango federal, que hasta ahora eran elegidos de manera directa por la población de sus territorios.
En 2005, Putin y su Gobierno pusieron en marcha los Proyectos de Prioridad Nacional, que tenían como objetivo mejorar e impulsar la situación del país en las áreas de salud, educación, vivienda y agricultura, distinguiendo el aumento salarial de los profesionales de salud, educación. Y la renovación del equipamiento hospitalario durante 2006 y 2007.
Pausa presidencial
En 2008, Vladímir Putin fue elegido primer ministro hasta 2012.
En este lapso, Dmitri Medvédev fue elegido presidente. Enseguida todos interpretaron la dupla Medvédev-Putin como un método de este último para volver al Kremlin en las siguientes elecciones sin necesidad de haber reformado la constitución para ser reelegido presidente en lugar de Medvédev.
Rusia cayó en la crisis económica mundial. Gracias al fondo de estabilización creado con las ganancias de la venta de gas y petróleo se logró que no azotara fuertemente a la población. Aunque sí vivió los efectos de la crisis, la recuperación de Rusia fue más rápida que la de otros países.
Durante este periodo, continuaron manifestaciones, conocidas como las Marchas de opositores. Este movimiento de oposición no parlamentaria tenía más fuerza en las grandes ciudades como Moscú y San Petersburgo y contaba con líderes como el ex campeón de ajedrez mundial Gari Kaspárov.
Otra vez presidente
En 2012, Vladímir Putin regresó a la presidencia del Kremlin hasta 2018, con un resultado del 63 por ciento de los votos emitidos a favor. Una victoria esperada en las encuestas, aunque diferentes sectores de la oposición la tacharon de fraude electoral.
En esta etapa destacó la ocupación de la península de Crimea que culminó en marzo de 2014. En ese mismo mes, se realizó un referéndum allí cuyos resultados, según fuentes oficiales, concluían en que el 93 por ciento de los ciudadanos quería separarse de Ucrania y unirse a Rusia.
Este resultado fue muy cuestionado por la mayoría de la comunidad internacional por las acciones llevadas a cabo durante su desarrollo, lo que conllevó a varias sanciones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea que provocaron la devaluación del rublo.
Un hecho relevante en el mandato de Putin fue la intervención en la Guerra de Siria apoyando el bando de Bashar Ál-Asad desde 2015.
Como resultado de las elecciones de mayo de 2018, Vladímir Putin será presidente de la Federación Rusa hasta 2024, obteniendo su mejor resultado electoral, con más del 76 por ciento de los votos emitidos. Aunque cabe destacar que la participación de la oposición fue prácticamente anulada en esas elecciones.
UNA VIDA SIN “ESPACIO PARA LAS RELACIONES FAMILIARES”
La madre de sus dos hijas, Lyudmila, una vez describió a Putin como un adicto al trabajo. Después de 30 años de matrimonio, la pareja anunció, en junio de 2013, que se estaba divorciando.
Ante las cámaras de televisión, Putin dijo que “fue una decisión conjunta: difícilmente nos vemos, cada uno tiene su propia vida”.
Lyudmila, de quien se conoce que no le gusta la atención pública, señaló que le costaba viajar en avión y que Putin estaba “completamente ahogado en el trabajo”.
El divorcio fue “civilizado” y la pareja “siempre se mantendrá cercana”, añadió la exesposa del líder. Después del anuncio del divorcio, el portavoz de Putin dijo que no había otra mujer en la vida del Presidente ruso. “Con sólo echarle un vistazo a la agenda de trabajo de Putin, es fácil darse cuenta de que no hay espacio para las relaciones familiares en su vida. Está llena de sus responsabilidades como jefe de Estado”.
TAN ADMIRADO COMO CRITICADO, EN EL MUNDO Y EN EL MISMO PAÍS DONDE EJERCE UN PODER TOTAL
Vladímir Putin es un hombre que recibe críticas, apoyo y reconocimientos a lo largo de su actividad presidencial.
Fue elegido Personaje del Año en 2007 por la revista Time, galardonado con el Premio Confucio de la Paz en 2011 otorgado por el Centro de Estudios Internacionales de China para la Paz y fue nominado en 2014 al Premio Nobel de la Paz.
Putin también ha sido criticado por los medios de comunicación occidentales por posibles recortes de las libertades democráticas o violaciones de derechos humanos por la cantidad de periodistas que fallecieron en extrañas circunstancias bajo su mandato, como es el caso de la periodista de investigación Anna Politkóvskaya. Su colega en la Novaya Gazeta Dmitri Muratov recibió el Nobel de la Paz este viernes.
Otro de los casos que más críticas ha traído a Putin es el del opositor Alexéi Navalni, un aguerrido luchador contra la corrupción de las élites y quien se ha ganado el título del enemigo público número uno del periodista ruso. Entre sus investigaciones, hay una que acusa al presidente de poseer un palacio a las orillas del Mar Negro.
Navalni fue envenenado en agosto de 2020, de acuerdo con él mismo, por órdenes del Kremlin. Pasó cinco meses recuperándose en Berlín. En enero de 2021 fue detenido apenas pisó Moscú y unas semanas fue condenado a cumplir una pena de tres años de cárcel.
A menudo encarnando la imagen de la “masculinidad alfa”, cazando, pescando o montando a caballo sin camisa, Putin también cuenta con un cinturón negro en karate.
Sus críticos dirían que ha debilitado la independencia de las instituciones democráticas en Rusia y que él es responsable de crímenes de guerra y genocidio en Chechenia.
También se le acusa de asignar la mitad de los puestos gubernamentales más importantes a exagentes de la KGB.