CFK apunta contra la justicia por atentado fallido en Argentina
BUENOS AIRES, Efe
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sostuvo ayer que la acusación de corrupción en su contra creó el clima para el ataque que sufrió el 1 de septiembre, en su discurso de defensa ante el tribunal de la causa.
“Hasta el 1 de septiembre pensaba que esto (el juicio por presunta corrupción) era para estigmatizarme a mí y al peronismo, para proscribirme. Pero a partir del 1 de septiembre me di cuenta de que puede haber otra cosa más”, dijo Fernández de Kirchner, al evocar el atentado del que salió indemne, en el que un hombre gatilló muy cerca de su cara una pistola que no se disparó.
Cuatro detenidos
Por el hecho han sido detenidas hasta ahora el atacante y otras tres personas vinculadas a él. Pero la vicepresidenta, que se refirió al grupo como la “banda de autores materiales”, destacó “que nadie puede pensar que esa banda ideó y planeó ese ataque”.
De 69 años, presidenta entre 2007 y 2015 y figura política de peso en el peronismo, Kirchner está acusada de asociación ilícita y administración fraudulenta agravada, delitos por los que la Fiscalía pidió una pena de 12 años de cárcel y su inhabilitación política perpetua.
“Desde el ámbito de lo judicial se da licencia social para que cualquiera pueda pensar y hacer cualquier cosa”, enfatizó Kirchner, al cuestionar también a la oposición política y a la prensa.
“Eso es crear un clima”, se lamentó. “Me siento muy en estado de indefensión, muy intranquila”, añadió en su intervención ante el tribunal que la escuchó en los alegatos finales de defensa, la última etapa antes de que los jueces emitan un veredicto.
Debido a sus fueros parlamentarios, Kirchner no puede ser detenida ni inhabilitada mientras no haya una sentencia firme en su contra de la Corte Suprema de Justicia.
“Mentiras, calumnias…”
En su defensa de una hora y media, Kirchner denunció “un claro caso de prevaricato”.
“El fiscal (Diego) Luciani y el fiscal (Sergio) Mola mintieron en el alegato fiscal de acusación. Es un juicio lleno de mentiras, calumnias y difamaciones”, sostuvo en la intervención realizada de forma remota desde su oficina de la presidencia del Senado.
Un pequeño grupo de sus seguidores se congregó a las puertas del Congreso con banderas y pancartas mientras Kirchner realizaba el alegato.
La vicepresidenta protestó porque el tribunal había desestimado en agosto concederle una ampliación de su declaración indagatoria, que solicitó tras los alegatos de la Fiscalía en los que, según ella, se habían incorporado nuevos elementos.
El primero de varios juicios que enfrenta
En el caso que la sienta en el banquillo de acusados se juzgan las presuntas irregularidades, durante los gobiernos del fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y de su viuda CFK en la concesión de 51 obras públicas a firmas del empresario Lázaro Báez, estrecho colaborador del expresidente, en la sureña provincia de Santa Cruz, feudo del kirchnerismo.
La Vicepresidenta está acusada en este juicio —el primero que se abre de las varias causas en las que está procesada—, de haber favorecido la concesión de obras a Báez, quien a la par es sospechoso, en otros expedientes, de haber pagado sobornos a los Kirchner por medio de diversas maniobras empresariales.
En su intervención ante el tribunal, CFK dijo que,ella y su esposo, fueron elegidos por el pueblo y no pudieron constituir nunca una “asociación ilícita” como la que se le acusa.