Florida cuantifica los daños provocados por el feroz huracán Ian
MIAMI/LA HABANA, Efe y Afp
Socorristas y soldados trabajaban arduamente ayer en Florida para restablecer la normalidad tras el azote de Ian, que se perfila como el huracán más devastador de la historia del estado y que deja hasta ahora daños incalculables en infraestructura, mientras se mantiene la incertidumbre sobre el número de muertos.
Con un solo fallecido confirmado dos días después de tocar tierra el ciclón, y 20 aún por determinar, Ian ahora se acercaba ayer con vientos máximos sostenidos de 140 kilómetros por hora a la costa de Carolina del Sur.
Ese estado y su vecino, Carolina del Norte, se apresuraban con los últimos preparativos tras ver la senda de destrucción que dejaron en Florida los vientos, la marea ciclónica y las inundaciones por lluvias, devastación que el gobernador floridano Ron DeSantis llegó a catalogar de bíblica en algunos lugares de la costa oeste.
Aislados
La prioridad ahora es llegar a todas las personas que permanecen aún aisladas en zonas inundadas, con la vista puesta en la incertidumbre de cuál será el balance de fallecidos por causa directa del huracán, que golpeó la península con categoría 4.
Las condiciones son muy complicadas aún en muchas áreas, la incomunicación agrava el rescate y además 1,7 millones de abonados continuaban ayer sin servicio eléctrico, según datos de PowerOutage, una web especializada en apagones.
Un equipo con drones también ayuda en la evaluación de daños y rescate a cargo de unos 7 mil soldados de la Guardia Nacional de Florida y otros estados, y están aterrizando también helicópteros para operaciones de rescate en islas que quedaron totalmente incomunicadas.
Algunas carreteras están intransitables, en especial en la costa oeste, y miles de personas continúan atrapadas por las inundaciones en sus casas esperando la ayuda enviada por el Gobierno federal a través de los soldados de la Guardia Nacional desplazados a unos 20 de los 67 condados de Florida.
Peligro en Carolinas
Ian, después de cruzar de oeste a este la península de Florida para alcanzar el Atlántico, amenaza ahora a las Carolinas.
“El peligro es real” advirtió por su parte el gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, antes de que el huracán tocara esta tarde tierra en el estado, donde ya hay más de 214 mil abonados sin servicio eléctrico.
En Florida, la situación en las zonas afectadas es una incógnita, las imágenes de televisión muestran sobrevivientes con los pocos enseres que rescataron caminando entre las inundaciones en medio de escombros de casas, árboles, postes y embarcaciones.
Desastre natural atiza el descontento en Cuba
El caos que dejó en Cuba el huracán Ian, del colapso del sistema eléctrico a los problemas en el suministro de agua y las telecomunicaciones, está atizando el descontento latente tras dos años de crisis económica y azuzaba ayer las protestas.
La mayor parte de los 11,1 millones de habitantes no tiene electricidad —a lo sumo algunas horas al día—, la mayoría de tiendas y gasolineras permanecen cerradas, el bombeo de agua corriente está detenido y el internet en teléfonos móviles funciona de forma intermitente.
En ese contexto, ayer se han producido sentadas, concentraciones y cacerolazos en distintos puntos de capital cubana.
Las protestas de ayer siguen a las que se produjeron la víspera en Camagüey (este), Batabanó (oeste) y en barrios humildes de La Habana como El Cerro, Arroyo Naranjo y San Miguel del Padrón.