La ayuda humanitaria para las víctimas de los terremotos en Siria y Turquía es insuficiente
La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja dijo ayer que la situación se complica más cada día, tanto en Turquía como en Siria, tras los terremotos del lunes y que las oportunidades de encontrar supervivientes bajo los escombros se reducen de manera drástica.
“La ayuda humanitaria no está alcanzado a todas las personas que la necesitan”, señaló su directora para Europa, Birgitte Bischoff, quien anticipó que el número de damnificados y el volumen de las necesidades en los dos países aumentarán con toda seguridad en los próximos días.
Como parte del esfuerzo coordinado por la Federación, 2 mil voluntarios de la Media Luna Roja están apoyando a los equipos de rescatistas en sus tareas y distribuyendo material de primera necesidad.
Evacuación
Las autoridades turcas han empezado a evacuar a decenas de miles de damnificados para alojarlos en otras partes del país eurasiático.
La aerolínea nacional Turkish Airlines estableció un puente aéreo entre la región del seísmo y la parte occidental del país y tenían previsto evacuar sólo ayer a casi 27 mil personas.
“Habremos evacuado a 125.957 personas con los 709 vuelos desde el 6 de febrero hasta el final del día de hoy (por ayer)”, dijo un portavoz de Turkish Airlines en Twitter.
Mientras, la agencia de gestión de desastres y emergencias (AFAD) informó ayer de que ha trasladado unas 30.300 personas de las zonas del desastre a otras provincias.
Casi 23 mil muertos
Los equipos de rescate continuaban ayer buscando sobrevivientes entre los escombros dejados por los masivos, uno de los peores de la región, que deja ya casi 23 mil muertos.
El sismo es el más fuerte registrado en Turquía desde 1939, cuando 33 mil murieron en la provincia oriental de Erzincan.
Según los últimos balances oficiales, el movimiento telúrico de magnitud 7,8, que estuvo seguido de más de un centenar de réplicas, deja hasta ahora al menos 22.765 muertos, 19.875 de ellos en Turquía y 3.377 en Siria.
La OMS estima que 23 millones de personas están “potencialmente expuestas, de las que unos cinco millones (son) vulnerables” y teme que se desencadene una crisis de salud.