Zelenski niega retrocesos en todo el frente, mientras Rusia sigue avanzando en el Donbás
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, negó hoy que sus tropas estén retrocediendo en varios sectores del frente, mientras el ejército ruso avanza en el Donbás siguiendo la orden directa del líder ruso, Vladímir Putin, de seguir martilleando sin descanso las posiciones enemigas.
"Avdivka es la nueva línea de defensa", aseguró Zelenski durante una reunión con el nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Sirski.
Kiev intenta evitar el pánico en sus filas tras la retirada ucraniana de Avdivka, el mayor éxito militar ruso desde la conquista de Bajmut en mayo de 2023.
Zelenski niega un desplome del frente
En declaraciones a la televisión estadounidense Fox News, el líder ucraniano intentó limitar los daños a "un solo lugar", Avdivka, y negó que dicha derrota suponga "una nueva página" en la guerra.
Resaltó que Kiev ha logrado desocupar la región nororiental de Járkov y desbloquear el mar Negro para que los barcos ucranianos puedan exportar cereal.
Zelenski recordó que los drones náuticos ucranianos han logrado hundir "muchos buques rusos", dos de ellos, un buque de desembarco y una corbeta, solo en febrero.
En cuanto a la margen izquierda del río Dniéper, negó las afirmaciones del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, de que sus tropas han expulsado al enemigo de esa zona.
Zelenski, que acusó a Moscú de lanzar "una operación de desinformación", afirmó que las fuerzas ucranianas mantienen "de forma fiable" la cabeza de playa cerca de la aldea de Krinkí, en la sureña región de Jersón.
Aviones F-16, a la vuelta de la esquina
El presidente también abordó con Sirski "todo" lo relacionado con los cazas F-16 que Occidente ha prometido a Ucrania y que deben de llegar en la segunda mitad del año.
En concreto, Zelenski fue informado sobre el número de aviones que serán entregados a Ucrania en el primer lote; las condiciones de la entrega. el estado de las infraestructuras y la evolución de la formación de pilotos que están recibiendo cursos en diferentes países, entre ellos EEUU.
Al respecto, el ministro de Defensa de Dinamarca, Troels Lund Poulsen, aseguró que su país trabaja a marchas forzadas para que Ucrania reciba la primera partida de F-16 este mismo verano.
Destacó que una de las claves para la entrega de dichos aparatos es la instrucción tanto de los pilotos como del personal de mantenimiento ucraniano para garantizar la eficacia de su uso.
Mientras, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró a Radio Liberty que Ucrania podrá utilizar los F-16 contra cualquier objetivo militar ruso, independientemente de donde se encuentre.
Rusia toma nuevo impulso
El exsecretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, asegura que la guerra en Ucrania ya no está ni mucho menos estancada y que la ofensiva rusa ha tomado un nuevo impulso.
Destacó que la victoria en Avdivka ha permitido a los rusos lanzar ofensivas "en diferentes sectores a lo largo de casi mil kilómetros de frente".
"Los rusos han recuperado el impulso. No es un impulso de ruptura, pero existe la sensación de que ahora continuarán la ofensiva", dijo y admitió que la falta de suministros occidentales ha contribuido a que Moscú haya recuperado la iniciativa.
Gates aseguró que "por cada proyectil de artillería lanzado por los ucranianos, los rusos disparan diez", señaló al diario 'The Washington Post'.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia informó en su parte de guerra sobre la toma de Pobeda, una pequeña localidad en la región de Donetsk ubicada en la carretera entre Márinka, ya conquistada, y Vugledar, un bastión que se le ha resistido a los rusos desde el inicio de la contienda.
Además, el Ejército ruso destruyó "una lanzadera y una máquina de transporte y recarga de un sistema de misiles antiaéreos Patriot de fabricación estadounidense".
Según Rusia, en enero pasado el Ejército ucraniano derribó con dos misiles de ese tipo un avión de transporte militar Il-76 que presuntamente transportaba 65 prisioneros de guerra ucranianos sobre la región fronteriza rusa de Bélgorod.