Argentina registra subida de impuesto al combustible y se espera su repercusión en precios
Los conductores argentinos esperan desde este viernes una nueva subida en el precio de los combustibles, otra más en la interminable lista de aumentos que vivirá Argentina en marzo, en medio de una grave situación inflacionaria en el país y una merma en el poder adquisitivo de los salarios.
La actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), definida por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), seguramente impactará en el precio de los combustibles, cuya subida promedio se espera que alcance un 4%.
El consumo de combustible en Argentina cayó tras las fuertes subidas de precios desde diciembre último, alzas que continuarán en virtud de las políticas del nuevo Gobierno del presidente Javier Milei para el sector de hidrocarburos.
El Ejecutivo de Milei lleva adelante una liberación de los precios reprimidos de la economía y, en el caso de los combustibles, busca llevarlos a niveles más acordes con los mercados internacionales y más rentables para las empresas del sector.
Según diversas fuentes del sector consultadas por EFE en febrero, la demanda de combustible en las gasolineras bajó en enero casi un 10%, salvo un leve alza de YPF.
El descenso en el consumo ya había comenzado a sentirse en diciembre, con un recorte del 7,8% respecto a noviembre, según datos del Instituto Argentino de la Energía 'General Mosconi'.
En un contexto de elevadísima inflación (254,2% interanual) y pérdida del poder de compra de los salarios en Argentina, ya que los aumentos en las negociaciones paritarias van muy por detrás del aumento del IPC, los consumidores recortaron sus cargas en las gasolineras tras los fuertes saltos de precios registrados en diciembre, enero y febrero.
Los precios de los combustibles tienen un fuerte peso en los costes del transporte de cargas, en la generación de electricidad térmica y en la logística de la agricultura, entre otras actividades, y, por tanto, inciden fuertemente en la formación de los precios de la economía en general.
Esta nueva subida se suma a la que, desde el comienzo de la gestión de Milei, el 10 de diciembre pasado, han experimentado las tarifas en los servicios prepagos de medicina, en el transporte público (autobuses y trenes) y en el taxi, así como a la eliminación de los subsidios en la energía (luz y gas).