Un muerto y dos heridos dejan tres ataques armados en el suroeste de Colombia
Un civil muerto y al menos dos policías heridos dejaron este miércoles tres ataques en los municipios colombianos de Jamundí, aledaño Cali, y en Cajibío, en el convulso departamento del Cauca (suroeste), zonas donde opera la principal disidencia de las antiguas FARC.
El más grave de los ataques fue perpetrado en el centro de Jamundí donde explotó una motocicleta bomba que provocó la muerte a un hombre que cuidaba vehículos estacionados en la zona así como heridas a un sargento y una patrullera de la Policía, detalló la Alcaldía de esa localidad del departamento del Valle del Cauca en sus redes sociales.
En Potrerito, una zona rural que también hace parte de Jamundí, hubo un hostigamiento contra una estación policial, sin consecuencias hasta el momento.
"El Ejército ya está en la zona y helicópteros de las fuerzas armadas están monitoreando el área. Afortunadamente, se descarta la presencia de un carro bomba", agregó la Alcaldía.
El tercer ataque, confirmado en X el gobernador de Cauca, Octavio Guzmán, sucedió en Cajibío, donde hombres armados hostigaron otra estación de Policía.
"Gracias a que nuestra fuerza pública ha sido reforzada en número de unidades y se contó el apoyo aéreo rápido se logró contener el accionar de estos grupos delincuenciales que atacan sin medida a nuestra población, hasta el momento este hecho solo deja daños materiales especialmente afectación en viviendas", añadió Guzmán.
El grupo que suele cometer estos atentados en el suroeste del país es el Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC que está dividida en dos grupos: uno liderado por alias "Iván Mordisco", que es el que hace este tipo de acciones, y otro que busca seguir negociando la paz con el Gobierno.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, ordenó el mes pasado no reanudar el cese el fuego con el EMC, ni establecer un diálogo tras la escalada de violencia en el suroeste del país.
Las acciones de esa guerrilla se han intensificado en el suroeste del país luego de que en marzo pasado el Gobierno suspendiera el cese el fuego bilateral en los departamentos de Nariño, Valle del Cauca y Cauca por la violencia de ese grupo armado contra indígenas y contra la fuerza pública.
Al respecto, la Alcaldía de Jamundí exigió al Gobierno "mayor apoyo y acciones contundentes para enfrentar esta ola de violencia" y señaló que esa localidad "no puede seguir viviendo bajo esta amenaza constante".
"El Cauca continúa en medio de una guerra absurda que no está ganando a nadie, solo nos deja desolación e intranquilidad. ¿Hasta cuándo?", expresó, por su parte, el gobernador Guzmán.