Vuelven a suspender caso Rózsa
Santa Cruz |
El caso de presunto terrorismo (o caso Rózsa) cayó de nuevo en una fase incierta cuando uno de los principales acusados ingresó a la sala de cirugías para que los médicos le extraigan una piedra incrustada en la vesícula.
Se trata de Juan Carlos Guedes, el mecánico de aviación y dirigente de la Unión Juvenil Cruceñista, que vendió a Eduardo Rózsa Flores una pistola “mugrienta y sin cacerinas”, según su propia confesión. El aludido estuvo tres horas en la sala de operaciones del Hospital Guaracachi de Santa Cruz, donde deberá permanecer un mínimo de dos a tres días.
“La operación fue realizada sin contratiempos”, dijo el médico Juan Carlos Santisteban, también juzgado en el caso que se encamina a cumplir cinco años desde la madrugada del 16 de abril de 2009, cuando un grupo de élite de la Policía ejecutó un violento operativo en el Hotel las Américas en el que murieron tres miembros del supuesto grupo separatista liderado por el boliviano-croata Eduardo Rózsa Flores.
Santisteban asiste a algunos de los acusados que, en la tesis del Gobierno, conspiraban para dividir a Bolivia.
El juicio está paralizado desde el mes pasado a causa de las enfermedades que afectan a Guedes y a otros dos acusados.
Alcides Mendoza, también exdirigente de la Unión Juvenil Cruceñista, sería sometido a una cirugía este martes, a causa de una hernia.
Ignacio Villa Vargas, “El Viejo”, sufre complicaciones derivadas de una diabetes mal controlada.